El príncipe Andrés participó con Epstein en "orgías", según el relato de Virginia Giuffre
Tras renunciar a sus títulos obligado por la Corona, ahora varios diputados instan al gobierno a cambiar la ley para retirarle oficialmente los privilegios
LondresEl terremoto alrededor del príncipe Andrés continúa y no tiene apariencia de detenerse. Más bien lo contrario. De hecho, el Palacio de Buckingham admitió este lunes que "aún podría haber más días dolorosos", en relación a posibles nuevas revelaciones sobre la conducta del tercer hijo de Isabel II y hermano de Carlos III. Tanto es así, que algunos diputados en los Comunes han pedido que el Parlamento británico retire oficialmente al príncipe todos sus títulos –incluido el de príncipe, al que tiene derecho por nacimiento– en medio de la creciente polémica que llevan levantando desde la semana pasada las informaciones sobre las memorias póstumas de Virginia Roberts Giuffre, una de las principales acusadoras del pedófilo financiero estadounidense Jeffrey Epstein sobre los abusos sexuales que sufrió a manos de él y también de Andreu.
La BBC ha tenido acceso al libro horas antes de que este martes se ponga a la venta en Reino Unido, y de la lectura que ha hecho, y de las conclusiones que extrae, la reputación de Andreu sale muy maltrecha, más de lo que ya lo estaba mucho, y desde hace muchos años. En concreto, desde 2019, cuando ofreció una entrevista con la BBC llena de prepotencia y sin empatía alguna hacia las víctimas de Epstein. El pasado viernes, veinticuatro horas después de que se publicara un extracto del libro en el diario The Guardian, el rey forzó a su hermano a renunciar a sus títulos, incluso al de duque de York.
En sus memorias, Virginia Giuffre denuncia una vez más haber sido víctima de la red de tráfico sexual dirigida por Jeffrey Epstein y Ghislaine Maxwell -que cumple una condena de veinte años por tráfico sexual– y comenta que llegó a temer por su vida y que podría "morir como esclava sexual". El volumen, titulado Nobody's Girl: memoir of surviving abuse and fighting for justice, y escrito en colaboración con Amy Wallace, sale casi seis meses después de que Giuffre se suicidara. El texto ofrece, según la BBC, una "lectura sobrecogedora" que dibuja una red de personas ricas y poderosas abusando de mujeres jóvenes, a menudo menores.
Y aunque no se presentan nuevas acusaciones más allá de las ya conocidas, Virginia Giuffre evoca que mantuvo relaciones sexuales con el príncipe Andrés en tres ocasiones distintas, incluyendo una en la que participaron Epstein y otras ocho chicas, "como parte de una orgía". En una declaración jurada de 2015, la mujer afirmó que entonces tenía "unos 18 años". "Las otras chicas parecían menores y no hablaban inglés. Epstein se reía diciendo que, al no poder comunicarse, eran las más fáciles de tratar".
El primer encuentro con el príncipe Andrés tuvo lugar en marzo del 2001. Ghislaine Maxwell le dijo a la chica que sería un "día especial" y que conocería un "príncipe encantador". Cuando se encontraron, Maxwell pidió al príncipe que adivinara la edad de la joven: "Acertó –diecisiete años–, y añadió: «Mis hijas son sólo algo más jóvenes que tú»". Esa noche acudieron al club londinense Tramp, donde el príncipe, según Giuffre, "sudaba profusamente". De vuelta a casa, Maxwell le habría ordenado: "Cuando llegamos, tienes que hacer con él lo mismo que haces con Jeffrey». Era amable, pero prepotente, como si creyera que practicar sexo conmigo era un derecho de nacimiento", escribió Giuffre en sus memorias. Al día siguiente, Maxwell le habría dicho: "Lo has hecho bien. El príncipe se lo pasó bien". Poco después, Epstein le dio 15.000 dólares "por haber prestado servicios a Randy Andy", que es como los tabloides llamaban al príncipe.
El desprestigio que el todavía príncipe esparce sobre la Coronaes potencialmente enorme y las medidas drásticas tomadas por el Palacio de Buckingham la semana pasada sólo se entienden desde esa óptica. Unas medidas con las que el príncipe heredero, Guillermo, también comulga. Al menos según la prensa británica, que este fin de semana ha informado de que el futuro rey ha vetado a su tío en su ceremonia de coronación.
Petición para cambiar las leyes
A la luz de la publicación del volumen de memorias, la familia de Giuffre ha pedido que Andrés sea despojado de su estatus de príncipe, una petición que ha recibido el apoyo del líder del Partido Nacional Escocés en Westminster, Stephen Flynn, y otros diputados, que han instado al gobierno a cambiar las leyes para permitir que esto sea posible. Actualmente, un título nobiliario puede ser concedido, pero no retirado, y éste sería, según Flynn, el motivo por el que el duque de York –o, mejor dicho, el antiguo duque de York– ha anunciado que ya no utilizará este título, aunque todavía lo conserva legalmente.
El proyecto de ley llamado Removal of Titles Bill aportaría claridad al respecto y otorgará más poder al rey, ha dicho Flynn. "Creo que es el momento oportuno, y que el Parlament debería abrir un debate serio sobre cómo salir adelante". Sin embargo, según fuentes del Palacio de Buckingham, en estos momentos no hay planes para retirar al príncipe el título que recibió cuando nació.
"Oraba por perder el conocimiento"
En el libro de Giuffre, la mujer relata con detalle el dolor que le causaban los abusos sufridos, siempre según la versión que da la BBC. Explica que Epstein la sometió a prácticas sadomasoquistas que le causaban "tanto dolor que oraba por perder el conocimiento". Y pese al paso de las décadas, admite que aún sentía miedo cuando recordaba las caras de Epstein y de Maxwell.
El relato de la víctima, sin embargo, va mucho más allá del príncipe. El libro describe con una "cruzada estremecedora" el funcionamiento de la trama de Epstein: jóvenes obligadas a parecer "infantiles", trastornos alimentarios fomentados para agradar a los clientes y un tráfico constante de mujeres hacia los despachos y mansiones de magnates y políticos. "Durante los años con ellos, me prestaron a decenas de hombres poderosos. Me utilizaron y humillar, y en algunos casos me golpearon y herieron", escribe.
Giuffre también explica que, en el acuerdo de 2022 con el príncipe, aceptó un año de silencio para que el Jubileo de Platino de Isabel II no se viera "todavía más manchado". Andreu siempre ha negado todas las acusaciones.
Por otra parte, la Policía Metropolitana de Londres confirmó el domingo que está investigando nuevas denuncias según las cuales Andreu habría pedido a uno de sus escoltas información personal sobre Giuffre para presionarla para que retirara las acusaciones de abusos. Dai Davies, antiguo jefe de protección real de Scotland Yard, calificó el caso de "escandaloso" y reclamó una investigación a fondo. "Si hay pruebas de criminalidad, habrá que enviar el informe a la Fiscalía y actuar según la ley", ha dicho.
En medio de esta nueva tormenta, este domingo el rey Carlos III ha continuado con su agenda habitual, asistiendo a misa cerca de su residencia de Balmoral (Escocia), y se espera que esta semana reinicie una agenda pública con apariciones destacadas, incluida una oración con el Papa.