Palestina tiñe de negro el paseo de Gràcia con una protesta multitudinaria

Al menos 70.000 personas reclaman el fin del genocidio en la manifestación por Palestina más numerosa hasta ahora en Barcelona

BarcelonaLa solidaridad con Palestina ha desbordado este sábado al mediodía al centro de Barcelona en la manifestación más multitudinaria de las organizadas hasta ahora en la capital catalana contra el genocidio de Gaza. Una marea negra –la organización pidió vestirse de ese color en señal de luto– coronada por multitud de banderas palestinas que la Guardia Urbana ha estimado en 70.000 personas, y los organizadores han elevado a 300.000. Más allá del habitual baile de cifras, el éxito de la manifestación, a la que se han adherido más de 600 entidades, es una rotunda demostración de apoyo a la exigencia a las instituciones de boicotear y aislar a Israel.

Ya antes de la hora convenida, las 12 del mediodía, los Jardinets de Gràcia eran un auténtico hervidero humano. Toni Luke –"escríbelo con una K, ¡eh!", insistía–, se acercaba con dos banderas caseras hechas con palos de escoba. Una era la palestina y la otra, una israelí con una esvástica marcada en rojo. A sus 71 años, este antiguo jornalero dice haber estado "en todas las batallas", pero pocas tan importantes como el actual. "Es muy grande lo que ocurre en Gaza. Un auténtico genocidio. Yo he venido a casi todas las manifestaciones", ha afirmado.

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Otros muchos, en cambio, se han apuntado más recientemente, como Alexandre, un artista de circo de 28 años. "Me he empezado a movilizar hace un par de meses. Creo que antes me había construido una coraza y evitaba ver las noticias de Gaza", comentaba con la cabeza cubierta con una kufia, el tradicional pañuelo palestino convertido en un símbolo de la causa. También lo es la sandía, presente en abanicos, camisetas y faldas, ya que reúne los mismos colores que la bandera palestina.

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Bajando por un paseo de Gràcia lleno hasta los topes se podían distinguir entre el gentío algunas caras conocidas del mundo de la cultura, como las de los actores Eduard Farelo y Yolanda Sey, o de la pianista Clara Peya. "Estoy superemocionada, pero hemos tardado dos años de genocidio para sacar a tanta gente. Cómo es posible que sólo pase ahora, cuando ha habido un grupo de personas blancas de la Flotilla arrestadas", remachó Peya, vestida de un riguroso negro, mientras el gentío gritaba "¡Boicot Israel!", y "Que no, ¡que no, que no, que !

"Lo que la gente no tolera es ver niños pasando hambre"

Ciertamente, había carteles que hacían referencia a la Flotilla, como el que sostenía Aylin, una argentina exiliada en Catalunya hace cerca de cinco décadas. "La Flotilla no se toca", se podía leer. Pero Anna, una profesora que caminaba sosteniendo una cesta en la cabeza llena de ramos de olivo, no cree que la flotilla haya sido realmente el acicate de las masas: "Puede haber ayudado a dar visibilización, pero lo que la gente no tolera ver son niños pasando hambre. Ésta ha sido la clave".

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La movilización ha coincidido con la noticia que el ejército de Israel detendrá la conquista de Ciudad de Gaza mientras se negocian los detalles del acuerdo de paz propuesto por Trump. Un resquicio de esperanza se proyectaba tímidamente entre el duelo por los más de 67.000 palestinos muertos en Gaza. Y es que tanto verde como negro son colores de la bandera palestina. Sin embargo, entre los manifestantes, predominaba la desconfianza hacia los últimos movimientos diplomáticos promovidos desde Washington. "No soy optimista. Estoy muy decepcionada con la política. Los intereses, económicos y estratégicos, están por encima de la gente", reflexionaba Anna.

La manifestación ha transcurrido con normalidad, y sólo ha habido momentos de tensión cuando un activista ha empezado a pintar con un spray la palabra boicot en los cristales de la tienda Bershka, cerca de Gran Via. "Un hombre le ha cogido por el cuello, y entonces, cuando la gente ha intentado separarlos ha sacado una pistola. Todo el mundo se ha asustado mucho. Supongamos que era un policía, pero iba de paisano", explicaba una joven testigo de los hechos. Los Mossos d'Esquadra confirmaron al ARA que era un agente de paisano, pero aseguran que no sacó el arma en ningún momento. El agente habría entrado en la tienda y, enseguida, los responsables del evento han bajado la persiana. Unos metros más abajo, los manifestantes han forzado a que otra marca acusada de vínculos con Israel, Stradivarius, bajara también la persiana. Curiosamente, la tienda está en los bajos del edificio que aloja al consulado de Qatar, principal mediador en el conflicto. Y es que, en un mundo globalizado, Palestina es el hilo que conecta todo.

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Pasadas las 14 h, la cabecera de la manifestación ha llegado a su destino, el Arc de Triomf. Era el momento de los parlamentos. "Hoy se ha demostrado que Cataluña es antisionista! ¡Hay que aislar al Estado genocida de Israel!", ha proclamado Alys Samson Estapé, portavoz de la coalición Basta Complicidad con Israel, mientras una pancarta gigante con la palabra Palestina se desplegaba en el Arco de Triunfo entre fuertes aplausos. Ismail, un miembro de la plataforma BDS por el boicot a Israel venido de Girona lo miraba satisfecho, pero advertía: "Los palestinos llevan muchos años luchando. Hoy ha venido mucha gente, pero hay que seguir".

Una segunda protesta termina en altercados y cargas

Hacia las cinco de la tarde, una segunda manifestación ha reunido a cientos de manifestantes en el centro de Barcelona. La protesta ha comenzado en el Arc de Triomf, justo donde al mediodía había concluido la protesta multitudinaria de la mañana, y ha reunido a unas 2.000 personas, según la Guardia Urbana. La manifestación se ha dividido en dos grupos: el grueso de manifestantes han avanzado hasta la plaza Urquinaona y allí algunos activistas han hecho pintadas en los locales de Burger King y Starbucks señalándoles por complicidad con Israel. También simularon precintar uno de los locales con el mensaje "Cerrados por genocidio" y un grupo de manifestantes rompió el cristal del local de Starbucks en la plaza Sant Jaume.

Mientras, un grupo más pequeño se desvió hacia La Rambla, donde realizaron algunas pintadas, rompieron los cristales del escaparate de un McDonald's y volcaron las mesas y sillas de la terraza. También ha habido destrozos en el escaparate de un supermercado Carrefour. Agentes de los Mossos d'Esquadra han arrojado gas pimienta y han cargado contra estos manifestantes para dispersarlos.

La protesta se saldó con una decena de detenidos por desórdenes públicos, daños y atentado contra agentes. Durante la manifestación de la mañana también han arrestado a una persona por un presunto delito de daños por romper cristales.

Las protestas se han sucedido en distintos puntos de Catalunya. En Tarragona, la manifestación ha arrancado bote después de las seis y media desde la plaza Imperial Tarraco. La convocatoria ha reunido aproximadamente a un millar de manifestantes.

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Más de 90.000 personas salen a la calle en Madrid

Las manifestaciones de ayer se extendieron por todo el Estado. La más multitudinaria, seguida por la de Barcelona fue en Madrid. En la capital del Estado, la manifestación contra el genocidio palestino reunió a 92.000 personas según el recuento de la delegación del gobierno español. Sin embargo, la organización eleva la cifra hasta 400.000. La marcha comenzó a las 18h y recorrió la ciudad desde Atocha hasta la plaza de Callao para reclamar al gobierno español que ponga fin al comercio de armas ya las relaciones con Israel.

"No más muertos, ni bombas ni hambre", "Matar a niños no es defenderse" y "Alto al genocidio en Palestina" fueron algunas de las proclamas que más se vieron en los carteles que llevaban los manifestantes. Muchos también llevaban banderas de Palestina y carteles con mensajes a favor de la paz.