Consultoras internacionales y el 'think tank' de Tony Blair, implicados en el diseño de la Riviera Trump en Gaza
Empresarios israelíes y asesores internacionales exploran propuestas para transformar la Franja en un polo económico y turístico
BarcelonaEmpresarios israelíes, consultoras internacionales y antiguos colaboradores del ex primer ministro británico Tony Blair han trabajado en un proyecto para transformar a Gaza en un gran centro económico, según ha revelado el Financial Times. El plan prevé la creación de la Riviera Trump, que tendría islas artificiales y una zona industrial bautizada inicialmente con el nombre de Elon Musk, y comportaría compensaciones económicas para que cientos de miles de palestinos abandonen el territorio. durante el encuentro que han mantenido. En concreto, se trataría de levantar una ciudad en el sur de la Franja para concentrar la población palestina que no se vaya o sea expulsada, más o menos 600.000 personas. Según las filtraciones apuntadas, el objetivo sería forzar a la mayoría de palestinos a abandonar Gaza y confinar el resto en esta ciudad bajo control militar.
Con el título The Great Trust, el proyecto plantea convertir Gaza en un centro comercial e industrial, con puertos, aeropuertos y autopistas, financiado con capital privado y tokens digitales. Los promotores proponen agrupar a todas las tierras públicas en un fondo fiduciario, donde los habitantes podrían aportar sus tierras privadas a cambio de un derecho garantizado de vivienda futura.
Los autores del proyecto defienden que la destrucción causada por la guerra ha abierto una "oportunidad única en un siglo" para reconstruir a Gaza como una sociedad "moderna, segura y próspera". El proyecto incluye a la llamada Elon Musk Smart Manufacturing Zone en la frontera con Israel, destinada a empresas estadounidenses que fabriquen vehículos eléctricos para Europa. Sin embargo, esta zona podría verse comprometida por el conflicto público entre Donald Trump y Elon Musk, antiguos aliados ahora enfrentados.
También se prevén dos autopistas con los nombres de los líderes de Arabia Saudí y Emiratos Árabes, y la Trump Riviera, con complejos de lujo e islas artificiales inspiradas en Dubai. Estas islas ya aparecían en un documento interno del Tony Blair Institute (TBI) que, pese a no haber redactado la presentación final, participó en conversaciones e intercambio de documentos con los autores.
Una sátira crítica
La idea de Riviera Trump nació como una sátira. El artista gráfico estadounidense Mark Bryan creó con inteligencia artificial una ilustración que mostraba a Gaza como un parque temático de lujo con casinos y playas privadas. La imagen, pensada como una crítica política, se viralizó en X y el mismo Donald Trump la republicó entusiásticamente, ignorando su tono satírico y presentándola como una idea atractiva.
En todo caso, los promotores de un plan que cada vez tiene más posibilidades de acabar siendo realidad querrían pagar unos 7.700 euros por persona a una cuarta parte de la población palestina para que abandone Gaza, voluntaria" costaría 5.000 millones de dólares, pero ahorraría dinero a largo plazo.
Boston Consulting Group (BCG) elaboró los modelos financieros del proyecto, pero la consultora ha despedido a dos socios por haber trabajado allí sin autorización interna. El plan estima que, con salidas masivas e in003. dólares, partiendo del cero actual.
Fuentes consultadas por el Financial Times apuntan que el plan busca atraer a Donald Trump y gobiernos del Golf, con propuestas diseñadas para captar su atención. De hecho, la presentación se ha compartido ya con miembros de la administración estadounidense, gobiernos regionales y otros actores internacionales. Por su parte, y siempre según la información del diario británico, Tony Blair Institute asegura que sólo escuchó propuestas y que nunca ha avalado el desplazamiento de los gazatinos de la Franja. Blair, añaden, lleva dos décadas buscando "un mejor futuro para Gaza" e insisten en que no ha colaborado activamente en el plan.
Los empresarios israelíes Liran Tancman y Michael Eisenberg, líderes del proyecto, también impulsaron la Gaza Humanitarian Foundation (GHF), entidad con apoyo de Israel y EEUU, rodeada de polémica por los efectos de la guerra. Un representante de esa fundación se reunió con Blair en Londres para presentarle la iniciativa. El Institut Blair afirma que sólo escucharon.
Este plan del que se hacía eco el Financial Times se suma a otras iniciativas de reconstrucción, como la presentada por Egipto con el apoyo de la Liga Árabe, valorada en 53.000 millones de dólares, o las de centros de estudios como Rand Corporation.
Gaza se ha convertido así no sólo en un escenario de guerra, sino también en un laboratorio de geopolítica, donde se entrecruzan intereses privados, estrategias militares y proyectos urbanísticos con incalculables consecuencias humanitarias.