Israel busca la partición de Siria ayudando a la minoría drusa
Esta semana ha habido incidentes graves en el sur de Damasco, que empezaron en la localidad de Jarmana. No es buena noticia. Circula una grabación insultante contra el profeta Mahoma, pero no sabemos si es una provocación deliberada. Probablemente lo sea. El audio habría sido grabado por un clérigo de etnia drusa, una minoría religiosa que se remonta a la Edad Media, con comunidades al sur de Siria, Líbano e Israel. El audio ha causado malestar entre los suníes y como resultado el primer día hubo una docena de muertos, incluidos algunos policías; una cifra de bajas que este viernes ha subido a más de ochenta.
La policía está investigando el caso. Trate de identificar la voz de la persona del audio para detenerla y juzgarla. Mientras, la situación es de gran tensión. Recordemos que Siria se encuentra bajo un gobierno islamista suní vinculado de algún modo al llamado islam político, que tomó el poder en diciembre, tras el derrumbe del régimen de Bashar el Asad, que huyó a Moscú. El país se encuentra en un período de transición incierta y no exenta de violencia. Hace un mes hubo más de 1.500 muertes en los territorios del oeste del país, donde vive una parte considerable de la minoría alauí, protegida por el régimen.
A raíz de estos incidentes iniciales en Jarmana, el ejército israelí bombardeó el miércoles un objetivo en el área de Damasco, lo que causó dos muertos. Un comunicado conjunto del primer ministro Benjamin Netanyahu y del ministro de Defensa Israel Katz decía que Israel defenderá a los drusos de Siria. El viernes envió una "advertencia" con un ataque cerca del palacio presidencial de Damasco. Israel mantiene un buen puñado de posiciones militares en territorio sirio. En los últimos meses ha reforzado su presencia en Siria, y parece tener un gran interés en permanecer indefinidamente. La política israelí más básica consiste en exacerbar los sentimientos de etnia, nacionalismo y religión, como también ocurre en el Kurdistán sirio.
Los incidentes se complicaron el jueves, cuando murieron asesinados el alcalde de Sahnaya, en el sur de Damasco, y su hijo, ambos de etnia drusa. En tanto que sociedades en las que el sectarismo es dominante, las minorías sufren tensiones continuas. El anterior régimen baasista tuvo problemas de este tipo pero supo controlarlos aunque fuera hasta cierto punto, a veces con mano izquierda ya veces con la fuerza. El caso más grave fue el de Hama de 1982, cuando una revuelta suní fue sofocada con bombardeos que mataron a decenas de miles de personas.
El miércoles el ministro israelí Bezalel Smotrich, un nacionalista ultrarreligioso de primera magnitud, estrecho colaborador de Benjamin Netanyahu, dijo que la campaña militar en la Franja de Gaza continuará hasta que hayan abandonado la Franja "cientos de miles" de palestinos. En cuanto a la campaña militar de Siria, añadió Smotrich, no terminará hasta que el país haya quedado dividido. Lo dijo de forma clara, sin dejar espacio para demasiadas interpretaciones, mientras los líderes europeos siguen paralizados o haciendo de vez en cuando declaraciones ceremoniosas pero inútiles.
Capacidad desestabilizadora
La enorme capacidad desestabilizadora de Israel se encuentra en su mejor momento no sólo en la Franja de Gaza, sino también en Siria. La partición de Siria es uno de los objetivos primordiales de Israel en estos momentos.
Hace sólo unas semanas Israel permitió la entrada en su territorio de delegaciones drusas, y los contactos de Israel con la minoría drusa de Siria han existido durante toda la larga guerra civil y están bien documentados Ahora mismo, mientras bombardea Siria, mantiene una estrecha relación con los drusos sirios. modo que parece difícil que Netanyahu renuncie al objetivo de dividir a Siria que tan claramente ha definido el ministro Smotrich.