Seis preguntas aún sin respuesta sobre el frágil alto el fuego en Gaza

Enviada especial a JerusalénDonald Trump es un maestro de fabricar titulares aunque no se ajusten a la verdad. Esta semana ha proclamado que Oriente Próximo ha entrado en una nueva era dorada de la paz gracias a su mediación para un alto el fuego en Gaza. Pero la realidad está muy lejos de esto. Después de dos años de devastación, lo único que hay es una frágil tregua: Trump ha convencido a Netanyahu de que detuviera los bombardeos y Hamás de que entregara a los rehenes. Y es que Trump ha hecho girar al revés a la maquinaria diplomática. Normalmente los acuerdos se gestan en horas y horas de reuniones de asesores para discutir a puerta cerrada los detalles hasta encontrar una base de entendimiento, que después acaba certificándose con la firma de los dirigentes políticos. Pero en este caso todo ha ido a la inversa: los líderes rubricaron un acuerdo en una ceremonia en la ciudad egipcia de Sharm el Sheij que sólo escenificaba el apoyo internacional a la iniciativa estadounidense. Una ceremonia en la que no estaban los protagonistas: ni Hamás ni Netanyahu, y ambos han dejado claro que no existe ninguna base política común para avanzar.

Como recuerda el analista palestino Omar Shaban, fundador del centro Pal-Think for Strategic Studies de Gaza, la situación actual "no es una solución política, sino una pausa impuesta por el desgaste y la presión internacional." Un representante europeo implicado en las negociaciones ha dicho a la agencia Reuters que "es una tregua de supervivencia, no de reconciliación". Repasamos a continuación las amenazas que se ciernen sobre el alto el fuego.

¿La paz llegará a Gaza?

El talante de guerra aún no se ha roto, pese al freno en los bombardeos: según el recuento oficial, Israel ha matado a Gaza a 34 palestinos desde el inicio del alto el fuego –entre ellos siete menores, dos mujeres y dos hombres de una misma familia–, dejando a 122 heridos. Israel acusa a Hamás de incumplir el acuerdo manteniendo posiciones armadas y túneles activos, mientras que el movimiento islamista denuncia que Israel realiza operaciones militares selectivas. Fuentes militares israelíes, citadas por el diario Haaretz, admiten que la tregua "no implica el final de las operaciones", sino una "reorganización estratégica para preparar el siguiente escenario." Trump ha proclamado el fin de la guerra, pero Netanyahu no.

¿El intercambio se atascará con los cadáveres?

Hamás ha devuelto a los 20 rehenes vivos que tenía retenidos desde el 7 de octubre del 2023, pero sólo ha entregado los cuerpos de 10 de los 28 rehenes fallecidos ese día o durante el cautiverio en Gaza. Los islamistas ya habían dicho que no estaban en condiciones de hacerlo y se había pactado que equipos internacionales de forenses irían a la Franja a ayudar a localizarlos, pero Israel lo consideró igualmente una violación del alto el fuego. "Si Hamás no logra devolver todos los cuerpos, o si la sociedad israelí percibe que no está haciendo todo lo posible por devolverlos, la confianza –ya frágil– entre las partes se verá aún más deteriorada y la implementación de las siguientes etapas del acuerdo se complicará", advierte Danny Citrinowicz, exmiembro de la inteligencia militar israelí.

Israel tampoco ha cumplido su parte en el regreso de los cuerpos de los palestinos que han muerto en cautiverio en sus cárceles. Ha devuelto 135 cadáveres, muchos de ellos con marcas de torturas o con signos de haber sido ejecutados vivos. Muchos de ellos no estaban identificados pese a haber permanecido durante meses o años detenidos en prisiones. Además, los prisioneros más populares entre los palestinos y que podrían jugar un rol político, como Marwan Barghouti, no han sido liberados.

¿Israel retirará sus tropas de Gaza?

Las tropas israelíes se han retirado a la línea amarilla definida por el plan de Trump y todavía ocupan el 53% del territorio de la Franja de Gaza, que no es mayor que el Maresme. El plan da a Israel margen para mantener presencia militar en Gaza para garantizar que Hamás no pueda reconstituirse. Fuentes de seguridad israelíes insisten en que es necesario mantener el control de zonas estratégicas, como el corredor Filadelfia, en la frontera con Egipto.

Como recuerda Daniel E. Mouton, investigador del Scowcroft Middle East Security Initiative, los socios de ultraderecha del gobierno de Netanyahu se oponen a cualquier retirada. A su juicio, el acuerdo sólo representa "una reducción del fuego, no un alto el fuego total". Fuentes oficiales israelíes admiten que las tropas "continuarán dentro de Gaza" y que la proyección más realista es una reubicación parcial y táctica, manteniendo el control de los corredores y zonas fronterizas.

¿Entrará suficiente ayuda humanitaria en Gaza?

La población de Gaza vive una devastadora crisis humanitaria, con un hambre provocada por el asedio israelí, el sistema sanitario destruido, sucesivos desplazamientos forzados, y las infraestructuras básicas como las plantas de potabilización de agua y la red eléctrica arrasadas por los bombardeos. Y todo ello a las puertas del tercer invierno desde el inicio de la guerra. El último acuerdo de alto el fuego permitió la entrada de alimentos, pero no de materiales de cobijo. Miles de heridos deben ser evacuados para ser tratados en otros países y es necesaria maquinaria pesada para reabrir las carreteras y retirar los escombros. Israel controla cuántos camiones pueden entrar en la Franja y por qué rutas, especialmente el corredor que va de Rafah hasta el paso de Kérem Xalom. El primer ministro israelí, Binyamin Netanyahu, ha anunciado este sábado que el paso fronterizo de Rafah continuará cerrado hasta que Hamás cumpla su parte del acuerdo de devolver los cuerpos sin vida de los rehenes israelíes fallecidos.

¿Hamas se desarmará?

La milicia palestina ha firmado el acuerdo bajo una gran presión de sus aliados regionales (Turquía y Qatar) y ya ha expresado su oposición a desarmarse, alegando que sólo entregará las armas a un futuro estado palestino. El plan prevé el despliegue de una fuerza armada internacional para garantizar la seguridad que no está concretada (la gran pregunta es qué país está dispuesto a enviar soldados a Gaza) y tampoco queda claro en manos de quién quedará el gobierno de la Franja: los islamistas han aceptado un gobierno palestino tecnocrático, mientras que Trump apuesta por un gobierno colonial liderado por él mismo y el propio gobierno colonial liderado por él mismo estado palestino, que Netanyahu no está dispuesto a aceptar de ninguna manera: de hecho, se enorgullece de ser el líder israelí que le ha hecho imposible.

¿Quién gobernará Gaza?

Ni Israel, ni Hamás, ni la Autoridad Palestina tienen un plan para el día siguiente de la guerra. Israel exige la destrucción completa de Hamás antes de negociar una tregua permanente. Hamás reclama la retirada total de las tropas y el reconocimiento del derecho a la autodeterminación palestina La Autoridad Palestina, debilitada y deslegitimada, observa desde la distancia.

Tal y como ha advertido la exnegociadora palestina Hanan Ashrawi, "Israel quiere una tregua sin consecuencias políticas, mientras Hamás quiere un reconocimiento político sin concesiones. Esta contradicción hace imposible avanzar."