Kim ofrece apoyo a Putin en todas sus decisiones y alaba su "guerra sagrada" contra Occidente
Moscú quiere conseguir artillería y munición de Corea del Norte, que pedirá a cambio tecnología en el ámbito espacial
BarcelonaVladimir Putin y Kim Jong-un se reunieron esta madrugada en el cosmódromo de Vostochni, en la región siberiana de Amur, para discutir presumiblemente un acuerdo de suministro de armas y tecnología militar. Ambos dirigentes se pasearon por las instalaciones de la base de lanzamiento de cohetes de la antigua Unión Soviética, mantuvieron una reunión cara a cara y después almorzaron juntos. El dictador norcoreano ha remarcado que apoya a "todas las decisiones" de Putin y alabó la "guerra sagrada" de Rusia para "proteger su soberanía y seguridad" ante Occidente.
"Siempre apoyaremos las decisiones del presidente Putin y de los líderes de Rusia, y estaremos juntos en la lucha contra el imperialismo", ha afirmado Kim. El líder norcoreano también se mostró convencido de que el ejército ruso ganará "contra el mal".
Uno de los puntos principales en la agenda del encuentro era la cooperación militar. El New York Times va avanzar la semana pasada que se estaba preparando esta reunión en Rusia entre Putin y Kim Jong-un. Según el rotativo, Putin quiere conseguir proyectiles de artillería y misiles antitanques y ofrece a cambio a Kim Jong-una tecnología avanzada y submarinos nucleares. Pero el presidente ruso no quiso entrar en detalles y, tras el encuentro, se limitó a decir que "hay perspectivas" en la colaboración en el ámbito militar, además de otras como la agricultura. Antes de la reunión, Putin aseguró que hablarían de "todos los temas", y dijo que Rusia ayudará a Corea del Norte a construir satélites.
"El líder de la República Popular Democrática de Corea -nombre oficial de Corea del Norte- muestra un gran interés en la ingeniería de cohetes; también están intentando desarrollarse en el espacio", ha afirmado Putin. Tras el encuentro, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha explicado que ambos líderes habían debatido la posibilidad de enviar a un astronauta norcoreano al espacio, según la agencia RIA.
Sobre el intercambio de armas, Peskov argumentó que las relaciones con Corea del Norte incluyen el diálogo y la cooperación en "esferas sensibles, como la cooperación militar", pero aseguró que las relaciones entre ambos países "no deberían de suponer una preocupación para terceros países". Preguntado sobre las sanciones de Naciones Unidas contra Pyongyang –que incluyen el embargo de armas y la cooperación científica y técnica–, Peskov se ha limitado a responder que Moscú mantiene su posición en el Consejo de Seguridad, pero que "eso no impide las relaciones con Corea del Norte". El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, que ha participado en la reunión ampliada de las delegaciones de ambos países, también ha comentado las especulaciones sobre un posible intercambio de armamento, y ha esgrimido que los países occidentales han incumplido muchas obligaciones contractuales con el envío de armas de la era soviética a Ucrania.
Según las agencias de Moscú, el viaje oficial de Kim Jong-un ha seguido hacia Komsomolsk-on-Amur, donde visitará fábricas de defensa, y hacia Vladivostok, junto a Corea del Norte, base de la flota del Pacífico de las fuerzas armadas rusas.
Segunda reunión desde 2019
Kim llegó ayer en su tren blindado a Rusia, en la estación de Khassan –la principal puerta de acceso al extremo oriental de Rusia desde Corea del Norte–, acompañado de su cúpula militar. En realidad son tres trenes: uno avanzada, de seguridad; el segundo, al que viaja el líder norcoreano, y un tercer tren con suministros para la visita y más personal militar y de seguridad. En total, 90 vagones que viajan a poco más de 50 kilómetros por hora por el enorme peso de los convoyes a prueba de balas. Es la segunda vez que ambos líderes se reúnen desde 2019.
"Corea del Norte ya hacía tiempo que aumentaba la producción de munición, artillería, etc., tanto para renovar su arsenal como porque ya tenía previsto abastecer a Rusia" y "se espera que Kim pida a Rusia todo tipo de contrapartidas, desde tecnología hasta combustible y alimentos", explica en el ARA el profesor del programa de Asia Oriental en la UOC Just Castillo. El régimen norcoreano necesita ayuda económica y humanitaria para superar a los graves problemas alimenticios que le han creado las sanciones internacionales y la pandemia del cóvid-19.
Desfile militar previo a Pyongyang
El dictador de Corea del Norte ha llegado al encuentro después de haber presidido este fin de semana los actos de celebración del 75 aniversario de la fundación del estado. Tanto el presidente Putin como el chino Xi Jinping le enviaron cartas de felicitación en esta efeméride, donde el primero apuntaba ya su intención de fortalecer los lazos y la cooperación militar entre ambos países. Durante el desfile militar, que mostró lanzaderas de cohetes camuflados en camiones de reparto y armamento remolcado por tractores, entre otras piezas de artillería de guerrilla, Kim Jong-un estuvo acompañado en la presidencia por su hija, Kim Ju-ae . La presencia de la chica en varios actos oficiales hace pensar que se le esté preparando como posible sucesora, en lugar de la hermana de Kim Jong-un, Kim Yo-jong.
Kim Jong-un y Putin ya se reunieron en Vladivostok en 2019, pero este nuevo encuentro llega en un momento de máximo aislamiento político de Rusia y con un objetivo claro de reforzar la colaboración militar y armamentística entre ambos países , con la guerra de Ucrania como trasfondo. Para Estados Unidos y la Unión Europea, la reunión es un síntoma de la desesperación del Kremlin por rellenar sus arsenales cuando la invasión de Ucrania, que debía ser cosa de pocos días, se ha convertido en una guerra que ya superado los 18 meses y para la que no se ve ninguna salida cercana.
"Este acercamiento es ahora más por interés de Putin que de Kim, aunque el norcoreano sacará todos los beneficios que pueda", dice la analista especializada en Asia del Cidob Inés Arco. "A su vez, demuestra cómo Rusia se encuentra cada vez más aislada de ciertos mercados internacionales, incluido el de las armas, que la fuerzan a ir a buscar a estos socios incómodos e imprevisibles", añade Arco, convencida de que esta alianza Moscú-Pyongyang estará marcada por "la falta de confianza y de consistencia".