Torturada y abandonada en un baúl: el asesinato de una niña que conmociona París

ParísCinco días después del asesinato, la policía todavía no ha sacado en claro el móvil de un crimen que ha conmocionado Francia. La víctima se llamaba Lola, tenía 12 años y vivía en el distrito 19 de París, una zona popular de la capital francesa. La policía encontró su cuerpo el viernes dentro de un baúl de plástico en el patio interior del mismo edificio donde residía con su familia. Tenía las manos y los pies atados, heridas en el cuello, signos de tortura y dos números, un 1 y un 2, inscritos en los pies. La autopsia ha revelado que murió por asfixia, fue torturada y fue agredida sexualmente.

La policía ha detenido como sospechosa del crimen a una chica de 24 años, Dahbia B., sin trabajo ni domicilio fijo. De vez en cuando se alojaba en casa de su hermana, que vive en el mismo inmueble que Lola. Hoy por hoy, las primeras investigaciones no han aclarado por qué mató a la niña, pero la policía cree que Dahbia B. podría haber actuado por venganza después de haber tenido una discusión con la familia de la víctima –el padre es el portero del edificio–. La otra hipótesis apunta que la detenida podría tener problemas psiquiátricos, a pesar de que no constan antecedentes en ningún centro psiquiátrico de París ni del área metropolitana, según la prensa francesa.

Los padres de Lola denunciaron su desaparición el viernes por la tarde, cuando vieron que su hija no volvía a casa después de salir del instituto en el que estudiaba. Las cámaras de seguridad mostraban que la niña había llegado al edificio acompañada de la detenida. Horas más tarde, las cámaras muestran otras imágenes de la sospechosa caminando por la calle con una maleta e incluso pidiendo ayuda a un peatón para transportarla. Además de Dahbia B., la policía ha detenido a su hermana y a un hombre que podría haber alojado a la sospechosa después de cometer el crimen.

Argelina sin permiso de residencia

La chica no tiene antecedentes penales, pero según la prensa francesa la policía la había atendido en el pasado como víctima de violencia de género. De origen argelino y sin permiso de residencia en vigor, sobre ella pesaba una orden de expulsión desde el verano. La extrema derecha de Marine Le Pen ya lo ha aprovechado para cargar contra la inmigración: "Demasiados crímenes son cometidos por inmigrantes clandestinos que no hemos querido o no hemos sabido mandar a su casa", soltaba este martes en la Asamblea Nacional. La primera ministra, Élisabeth Borne, pidió "un poco de decencia" a la líder de extrema derecha, pero este miércoles el portavoz del ejecutivo, Olivier Véran, parecía dar la razón a Le Pen cuando ha afirmado que el gobierno "lo podría haber hecho mejor" en relación a la aplicación de la ley que obliga a expulsar a las personas en situación irregular con una orden de abandonar el país.

Otras muchas asociaciones también han insistido en que hay que desvincular el crimen del origen que pueda tener la supuesta autora del asesinato, una demanda que han ignorado todas las formaciones extremistas. El Instituto por la Justicia (IPJ), una asociación vinculada a la ultraderecha, ha convocado para este jueves en París una manifestación que pretende reclamar "justícia" para Lola, un eufemismo que esconde la intención de manifestarse contra la inmigración. Dirigentes del Reagrupamiento Nacional y de Reconquista, los dos partidos de extrema derecha, han confirmado que asistirán.