Àlex Gutiérrez: "TV3 no tiene que ser ser una televisión solo para catalanoparlantes"
El periodista del ARA fija en 'Objectiu TV3' el relato sobre el nacimiento de la cadena y las claves sobre su futuro
BarcelonaValió la pena esperar al último momento de la presentación del libro Objectiu TV3 (Ara Llibres), escrito por el periodista y jefe de Media del ARA Àlex Gutiérrez, para oír de la voz de uno de sus protagonistas principales, el exdirector general de la Corporació Joan Granados, una anécdota fundacional de TV3. Granados explicó que Jordi Pujol lo envió a la Zarzuela para que explicara a Joan Carles I el proyecto de poner en marcha una televisión pública catalana. Y cuando Granados le confirmó que sería toda en catalán, el monarca se lo miró incrédulo y le respondió: “¿Ya la entenderán?”
La anécdota, recogida también en el libro, ilustra a la perfección la incomprensión y la lejanía, cuando no hostilidad, que provocó el nacimiento de TV3 en Madrid. La clave de su éxito también la resumió Granados al recordar que los profesionales que había allí “eran muy buenos” y actuaban con la conciencia de que “era una cuestión de país”, hasta el punto de que él, que había sido nombrado por Jordi Pujol, eligió como directores a dos votantes del PSUC como Enric Canals y Jaume Ferrús. “Tenemos que estar orgullosos de TV3”, concluye.
Gutiérrez recoge en su libro aquel periplo con toques de épica que en algunos casos, por las respuestas imaginativas que se encontraron para superar las trabas del Estado, recuerda la organización del 1-O. El autor incide especialmente en la vertiente política de la historia de TV3, y en cómo la televisión catalana ha tenido que hacer frente a los continuos intentos de control político. “Es un libro sobre las intrigas políticas de TV3, pero se podría hacer uno gual de la SER o El País”, explica otro personaje clave de los inicios de la cadena, el hoy empresario y productor Tatxo Benet en la presentación en la sede barcelonesa del Colegio de Periodistas. “Es un poco deprimente”, añade, cosa que provoca la respuesta del autor. “El objetivo no es que sea un libro deprimente, sino que sea revulsivo”, dice Gutiérrez, que justo antes ha expuesto algunas de las cosas que, en su opinión, tienen que ser puntales de la nueva CCMA que ahora están negociando los partidos. “Tiene que ser desacomplejadamente nacional y el catalán es irrenunciable, pero no tiene que ser una televisión para catalanoparlantes”, afirma Gutiérrez, que toca uno de los puntos más delicados del actual debate sobre los medios públicos catalanes.
Duros a cuatro pesetas
Dos voces más, además de la crítica Mònica Planas, que oficia de presentadora, intervienen en el debate. La directora del Sense ficció, Montserrat Armengou, y el presentador Xavi Coral. Armengou pide que si se hace una apuesta por el espacio comunicativo en catalán, esto tenga una traducción presupuestaria. “En televisión no hay duros a cuatro pesetas. Hacer un documental de calidad cuesta dinero”, explica, dolida por el recorte que ha sufrido su departamento. Tatxo Benet aprovecha para decir que si ahora se hiciera TV3 solo harían falta 150 trabajadores, y no los 2.500 actuales, poniendo el ejemplo del nacimiento de La Sexta. Esta afirmación no la comparten ni Armengou ni Coral (“150 me parecen pocos”), que recuerdan que a TV3 se le piden muchas más cosas que a una televisión convencional –que sea un servicio público de calidad y riguroso en catalán–, y que esto necesita profesionales.
El debate sobre TV3 se alarga, pero todo el mundo coincide en que Objectiu TV3 será a partir de ahora una referencia ineludible.