¿Hubiese caído Rubiales sin el eco de la prensa internacional?
BarcelonaDe la larga lista de errores de cálculo de Luis Rubiales en todo este asunto, el más importante y que ha precipitado su caída es no entender que la polémica del beso en plena época del Me Too iría más allá de las fronteras mediáticas domésticas, donde hasta hace poco reinaba con su manguera de repartir dinero (¿qué es, sino un gran negocio de nacionalismo banal, todo el tinglado de las selecciones nacionales?). Pero una vez la CNN, la BBC, The Guardian y The New York Times entraron en juego y la FIFA vio en peligro su imagen reputacional, el dedo ejecutor del César Gianni Infantino se activó.
Sin embargo, resulta interesante señalar que Rubiales habría tenido más posibilidades de ganar el pulso a las jugadoras sin el toqueteo genital junto a la reina, porque esto le negó el apoyo de la prensa conservadora española, que en un primer momento minimizó el asunto del beso pero que no podía defender a alguien que estaba ultrajando así la imagen de la Corona. Si se fijan, en esta prensa la opinión mayoritaria es que Rubiales era un corrupto vinculado al PSOE que ya no debería haber llegado a la presidencia de la RFEF. Y que por eso es una lástima que haya caído por la ola inquisitorial feminista.
Mi tesis es que sin toqueteo, sin el pasado corrupto de Rubiales y sin el eco internacional, Jenni Hermoso habría perdido la batalla, porque sólo con el beso no consentido no habría sido suficiente. Y la prueba es la nefasta portada delAs del pasado día 24, donde se la señala a ella, en una revictimización de manual que debería avergonzar al periodismo y hacer rodar cabezas. Por suerte, el mundo ha cambiado, y el tsunami feminista es imparable. También en el mundo del fútbol.