El PP se apunta al separatismo leonés
BarcelonaEl Mundo entrevista este jueves el portavoz del PP en la Diputación de León, David Fernández Blanco, que defiende abiertamente la creación de una nueva autonomía leonesa separada de Castilla y León, aunque su partido votó en el pleno en contra de una moción del PSOE y la Unión del Pueblo Leonés que reclamaba lo mismo. Sus argumentos son, desde un punto de vista histórico, inapelables: "Somos un reino histórico y un cuarto del escudo de España". La diferencia con el PSOE y UPL, su anterior partido, es que él circunscribe la posible futura comunidad autónoma a la actual provincia de León y no incluye a Salamanca y Zamora, que históricamente también formaron parte del Reino de León. Lo cierto es que el sentimiento leonesista es solo fuerte en la provincia de León, donde la mayoría de ayuntamientos han aprobado mociones a favor de la separación.
El caso es que Fernández Blanco defiende para León lo mismo que logró Cantabria en 1981, es decir, una autonomía uniprovincial distinta a la castellanoleonesa. Esta comunidad, la mayor de España, tiene dos realidades muy distintas: un oeste pobre que se corresponde con el antiguo Reino de León, y un este más rico con las provincias netamente castellanas, es decir, Valladolid, Ávila, Segovia , Palencia, Burgos y Soria. Y en los últimos años en las provincias leonesas se ha ido incubando un sentimiento anti-Valladolid, es decir, anticentralista. Y eso que oficialmente Castilla y León es la única comunidad autónoma que no tiene capital oficial, aunque sí oficiosa. La cuestión es: ¿existe una identidad castellano-leonesa, o lo que hay es una identidad leonesa y una de castellana independientes? ¿No les resulta familiar, y también interesante, ese debate?