Retrato del asesino de John Lennon
Este mes de febrero, Mark David Chapman, el asesino de John Lennon, podrá solicitar de nuevo la petición de libertad. Será la decimotercera vez que lo hace, después de las anteriores negativas. Han pasado más de 43 años del día que mató al cantante a las puertas del edificio Dakota de Nueva York. Ahora, una docuserie de AppelTV retrata a este asesino. John Lennon: Murder without a trial son tres capítulos. El mejor, sin lugar a dudas, es el primero, que repasa el último día de vida de John Lennon. The last day habla con la periodista de RKO Laurie Kay, que aquel 8 de diciembre de 1980 acudió al edificio Dakota para entrevistar a Lennon y mantuvieron una larga conversación sobre música, su activismo, su vida dedicada a su hijo y el nuevo proyecto que estaba preparando. El documental recupera la cinta de cinta que grabó Kay. “Mi obra no habrá terminado hasta que me haya muerto”, le dijo Lennon. Y así fue. Ese mismo día moriría de camino al Roosevelt Hospital. El segundo capítulo se centra en la investigación del asesinato, especialmente en los motivos que llevaron a Mark David Chapman a querer matar a Lennon. Atraparlo fue fácil, pero se abren las hipótesis de una posible conspiración. El último capítulo repasa el juicio. O, mejor dicho, el no juicio. Porque las singularidades del crimen de Chapman son muchas y complejas.
La reconstrucción de los hechos a partir de unos testigos de primer nivel es impecable. Entrevista al conserje y al portero del edificio Dakota, los primeros que atendieron a Lennon malherido. También eran las dos personas que estaban habituadas a relacionarse con los múltiples seguidores del cantante que se reunían en la puerta de su casa. También hablan con Jack Douglas, el amigo y productor musical con el que Lennon pasó la última tarde de su vida trabajando en el estudio. John Lennon: Murder without a trial contacta con los taxistas que presenciaron el asesinato, los policías que lo atendieron y se hicieron cargo de la investigación. También el personal médico que trató a Lennon. Dicen que esa noche, una vez comunicada la muerte del cantante, sonaba Imagine por la megafonía del hospital. También entrevistan a los abogados de Chapman y los fiscales que llevaron el caso, reconstruyendo todo el proceso de investigación del personaje. En ningún caso la serie muestra fascinación por el asesino. Por el contrario, conscientes de que uno de los posibles factores para matar a Lennon fue la búsqueda de la fama, procuran abordar al personaje desde una perspectiva más clínica que humana. Localizan a la exnovia de juventud de Chapman para entender su talante y sus rasgos psicológicos.
La novedad que aporta son las primeras palabras del asesino tras el crimen, pero es lo de menos. Seguramente lo que impresiona más de John Lennon: Murder without a trial es percibir cómo un individuo insignificante acabó con una figura de un potencial creativo y social como pocos. Cómo el infortunio más absurdo hizo más difícil que imagináramos un mundo mejor.