"Como peor época estás pasando, más te acercas a la fe"
El director catalán rueda la serie 'Los sin número' (Movistar Plus +), basada en la misma historia que la película de Jaume Balagueró
Sant Cugat del VallésPara un padre o madre no puede haber una situación más terrorífica que perder a un hijo. Pau Freixas, director catalán y padre de dos hijos, reconoce que el punto de partida de su nueva serie, Los sin número, lo trasiega y que después de cada sesión de rodaje debe hacer algo de descompresión. El título de la ficción seguramente sonará a los espectadores porque es el mismo que el de la película de Jaume Balagueró que protagonizó Emma Vilarasau en 1999, Los sin nombre. No es casualidad: ambos proyectos son adaptaciones de una novela de Ramsey Campbell. La diferencia es que la serie de Pau Freixas y Pol Cortecans, que se podrá ver en Movistar Plus+ el próximo año, se mueve en el terreno del thriller psicológico y deja de lado el género del terror en el que está especializado Balagueró.
A Los sin número, Claudia (Miren Ibarguren) es una mujer que perdió a su hija, Ángela, de manera traumática. Pasados siete años, cuando parecía que ya empezaba a superar el trauma, recibe una llamada que le dice: "Mamá, soy Ángela. ¡Por favor, ven a buscarme!" Este mensaje da esperanzas a Claudia, que comienza la búsqueda de la niña con la ayuda del inspector Salazar (Rodrigo de Serna), que en su momento trajo el caso de la desaparición de la criatura, y Laura (Milena Smit), una chica que está convencida de que Ángela le salvó la vida en un accidente de coche gracias a unos supuestos poderes especiales.
Pau Freixas recibe a los periodistas durante una jornada de rodaje en Sant Cugat del Vallès. El equipo está filmando en una casa imponente de hormigón, grandes ventanales y mucho cristal que parece hecha expresamente por ser escenario de un thriller psicológico. El director admite que en las once semanas que llevan rodando –en total serán quince– han tenido que encajar en localizaciones pequeñas y oscuras que se parecen poco al lugar donde se encuentran hoy. "Yo no soy una persona que disfrute del terror; en cambio, sí que me gusta mucho el thriller. Cuando entré en el proyecto y empecé a poner mi parte de alma todo viró hacia uno thriller que sí tiene momentos impactantes, pero que apela mucho más al misterio y la emocionalidad", detalla el director, que explica que Los sin número tendrá formato de miniserie. En Sant Cugat del Vallès hay uno de los escenarios importantes de la serie, la casa donde vive Laura, pero la producción ha pasado por otros muchos escenarios catalanes, como Vidrà (Osona) y Poblenou del Delta.
Adentrarse en el género del thriller psicológico permite poner sobre la mesa cuestiones como la fe y "a qué está dispuesta a creer a la gente para poder sacar adelante su vida". Por su parte, el guionista Pol Cortecans asegura que la serie siempre está en un umbral que "se mueve entre lo hiperrealista y lo que puede ser paranormal". "Como peor época estás pasando, más te acercas a la fe ya querer creer en cosas que están por encima de lo que vemos", remarca Freixas.
Una serie de alta intensidad
La encargada de cargar buena parte del peso emocional de la miniserie es Miren Ibarguren, que interpreta a Claudia, la madre decidida a encontrar a su hija. Después de una larga trayectoria en la comedia con series como Aida y La que se avecina, la actriz vasca da el salto al drama. "El papel de Claudia es una auténtica gincana", dice Ibarguren, quien reconoce que le ha tocado interpretar momentos muy desagradables. La intérprete asegura que una de las claves para poder sobrevivir a un rodaje en el que ha tenido que entrar en estados emocionales muy fuertes –"es una serie llena de picos y con muy pocos valles", dice– ha sido aprender a quitarse de encima la angustia que arrastra a su personaje. "Después de terminar una escena dramática lo mejor que puedes hacer es hacer un poco el burro porque si no te lo llevas a casa", afirma. De esto queda constancia durante el rodaje de la escena que se filma en Sant Cugat. Después de unos diálogos tensos, el director grita "cortamos" y los actores se desbrababan cantando o, incluso, hablando de pájaros y flores.
"Pau ha querido huir del género y hacer una serie de actores en la que se pueda ver la imperfección y donde todo, la sorpresa o la angustia, no esté tan medido", explica Milena Smit, que define el su personaje como una mujer que es "pura fe" porque está convencida de que Ángela es una niña milagrosa. El otro vértice del triángulo es Salazar, interpretado por Rodrigo de la Serna, un expolicía "con serios problemas de identidad". A través de la búsqueda de la hija de Claudia, "intenta reconstruir un poco su vida" después de caer en un pozo muy profundo.
Los tres actores coinciden en alabar a Freixas y el ambiente de rodaje que crea. "Es un director con el que se trabaja muy bien y de manera muy fácil. No hay roles ni egos. Se puede discutir y hacer aportaciones. Él tiene bien pensado qué debe aprovechar de cada momento y no te fuerza a hacer cosas innecesarias. Esto se agradece cuando son rodajes tan largos, porque te desgastas menos", detalla Smit.