Enemistades fuera de serie

Lea Michele, la actriz de 'Glee' que caía mal a casi todos los compañeros de rodaje

Naya Rivera, Samantha Ware, Amber Riley y otras actrices de la serie tildaron a Michele de racista y megalómana

BarcelonaPara entrar en la coral del instituto William McKinley, no era necesario ser un estudiante muy popular. Bastaba tener ganas de actuar, cantar y bailar. Y, sobre todo, había que estar dispuesto a formar parte de un grupo muy diverso, en el que no se toleraba el desprecio hacia la diferencia. La serie Glee, emitida en Fox entre 2009 y 2015, convirtió en protagonistas a los personajes típicamente marginados, siempre relegados al telón de fondo de cualquier historia ambientada en un instituto. De repente, un tetrapléjico, un homosexual y un joven con síndrome de Down tenían los mismos minutos a cámara que las animadoras y los jugadores de fútbol americano. El gran mensaje de Glee, que aborda con contundencia problemas como el acoso escolar y la homofobia, es que quienes tradicionalmente aparecen como perdedores también tienen derecho a enamorarse y pasárselo bien.

De puertas adentro, sin embargo, no todos los actores del reparto estaban sensibilizados con la diversidad y, de hecho, algunos de los protagonistas reprodujeron durante el rodaje las actitudes tóxicas e irrespetuosas que la serie precisamente denunciaba. Concluida esta ficción, han ido saliendo rumores y evidencias que acusan especialmente a la actriz Lea Michele. La intérprete encarnaba al personaje de Rachel Berry, una joven incomprendida que, a pesar de ser la estrella de la coral, caía mal en medio instituto por culpa de sus ambiciones artísticas desmesuradas. Cómo escribió la actriz Naya Rivera en las memorias Sorry not sorry (2016), el rol de Rachel caía a la perfección a Michele, que hacía sombra a sus compañeros de rodaje para acaparar toda la atención mediática de la serie: "A medida que la serie avanzaba, nuestra amistad se enfrió, sobre todo cuando Santana [el rol que interpretaba Rivera] pasó de ser un personaje secundario a tener más tiempo de pantalla. Me parece que a Rachel –o sea, a Lea– no le gustaba compartir el foco”.

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La enemistad entre Rivera y Michele era un secreto del dominio público, sólo evidenciada por insinuaciones, pero quedó inevitablemente descabezada cuando Rivera murió trágicamente en el 2022. Este fallecimiento inesperado de la actriz, que se ahogó en un lago en el norte de Los Ángeles, intensificó la aureola de Glee como una serie maldita, porque unos años antes también habían muerto los actores Cory Monteith (2013), que era la pareja de Michele en su vida real, y Mark Salling (2018), que se suicidó tras ser declarado culpable de poseer pornografía infantil y violación a su ex pareja.

En cualquier caso, lo que Rivera había insinuado era que su compañera tenía un sentimiento de superioridad hacia los demás actores que, en algunos casos, había generado situaciones incómodas. En parte, esta actitud ha sido atribuida a los inicios precoces de Michele, que debutó en el musical Las misérables de Broadway con sólo 8 años y desde entonces encadenó papeles en montajes como Spring awakening, Ragtime y Fiddler on the roof. A diferencia de otros actores del reparto, cuando Glee empezó Michele ya era una intérprete muy reputada y, de hecho, el creador de la serie, Ryan Murphy, creó el papel de Rachel Berry ya con la idea de adjudicárselo.

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Acusada de racismo

Aunque Rivera era aparentemente la gran enemiga de Michele, quien hizo estallar de verdad la polémica fue la actriz racializada Samantha Ware. En mayo del 2020, como protesta por el asesinato de George Floyd, Michele publicó en las redes sociales un mensaje antirracista con el hashtag #BlackLivesMatter, ante el que Ware no pudo callar. "¿Recuerdas cuando convirtiste mi primera aparición televisiva en un infierno? Porque yo nunca me olvidaré", escribió la actriz en X. "Dijiste a todo el mundo que, si pudieras, te cagarías sobre mi peluca, entre otras muchas microagresiones traumáticas que me hicieron replantear mi carrera en Hollywood", explicó Ware, que recuerda que Michele la amenazó con hacerle perder el trabajo ante otros actores, extras y bailarines. En una entrevista en Variety, la actrizlamentó que, al intentar compartir el problema con el resto de compañeros, "nadie hizo nada" y la única respuesta fue que "ella es así".

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A raíz de la polémica iniciada por Ware, se sumaron a las críticas dos actrices racializadas que también habían aparecido en Glee, Amber Riley y Alex Newell. Riley agradeció que Ware hubiera roto el silencio, porque gracias a su publicación le llegaron "muchos mensajes de actrices negras que habían vivido situaciones similares durante un rodaje, que habían quedado aterrorizadas por las chicas blancas que lideran el show". También se añadieron actores que habían coincidido con Michele en otros proyectos, como Yvette Nicole Brown y la modelo trans Plastic Martyr, a la que la actriz de Glee criticó por haber entrado en el baño de mujeres. La actriz Heather Morris, una de las protagonistas de la serie, explicó que durante los años de Glee nadie verbalizó los problemas con Michele porque "mucha gente le tenía miedo".

Viendo la magnitud de todo ello, Michele se disculpó públicamente con un mensaje de Instagram: "No recuerdo haber dicho nada de eso y nunca he juzgado a los demás por el color de su piel, pero lo que importa es que claramente hirí a otras personas con mis actos. Tanto si era mi posición de privilegio o la perspectiva lo que hizo que se me percibiera como insensible o inapropiada, ya sea inmadurez o simplemente me comporté de manera innecesariamente. complicada, pido disculpas por el daño que haya podido hacer". Aunque le costó pasar página después del escándalo de Glee, Michele es una de las actrices de la serie que han reconducido con mayor éxito su trayectoria, hasta el punto de que en 2022 cumplió su sueño de protagonizar el musical Funny girl en Broadway.