¿Por qué TV3 no ha arrasado con la Copa del Rey?

Que TV3 pudiera ofrecer este sábado la final de la Copa del Rey es una excelente noticia, porque supone el regreso del fútbol premium en la pública catalana después de años y cerraduras de ver cómo el deporte más codiciado se trasladaba a los canales de pago. Y hay que felicitar a la casa por haber sido la cadena más escogida por los catalanes a la hora de seguir el partido. Ahora bien, sería un error caer en la euforia y en el clásico triunfalismo que generan las audiencias millonarias. TV3 fue la opción del 34,9% de los catalanes, pero un 30,1% se decantaron por La 1. Expresado en términos futbolísticos, estamos más cerca del infartante 3-2 de este último clásico que de la manija que todo culé sueña.

Los audímetros son fríos y ofrecen datos sólo cuantitativos. Sugieren qué miran las masas de telespectadores pero no revelan por qué lo hacen ni sus motivaciones. Por tanto, sólo podemos especular, sobre el porqué de este resultado tan ajustado. Un factor que se me ocurre es que La 1 hace tiempo que apuesta por gastar cantidades ingentes en derechos deportivos. A modo de comparativa, lo que dedica a comprar los Juegos Olímpicos para unas pocas semanas equivale a casi el doble de todo el presupuesto anual específico para la plataforma 3Cat. Y, por tanto, los espectadores tenían interiorizado que el partido debía ser suyo. Si es el caso, querrá decir que TV3 no tiene recursos suficientes para trascender los graneros naturales ni para llegar a potenciales nuevos espectadores. Pero todavía existe una perspectiva o hipótesis peor: que la lengua haya sido una barrera para un tercio de nuestros conciudadanos. TV3 partía con la ventaja de la cercanía y de la identificación más estrecha con el Barça. Si esto implica un margen de sólo cuatro puntos y pico en elsharerespecto al otro paradigma significa que o bien TV3 es más débil de lo que pensamos, o que lo es la lengua. O, glups, el país.