El análisis de Antoni Bassas: 'Lo que puede decidir el resultado'
Adiós a la campaña electoral y hola urnas, que en menos de 48 horas ya estarán abiertas.
Una campaña que empezó con el psicodrama de cinco días de Pedro Sánchez, que está claro que, entre otras cosas, buscaba dotar al voto al PSC de una emocionalidad que solo tenía el de Puigdemont. En el PSC están seguros de que ganan, sobre todo en número de votos, pero no saben con qué margen sobre el segundo, y están concentrando voto útil antiindepe y anti-Puigdemont que vendría del PP. Voto de orden.
Sánchez: “Creo que la pregunta del 12 de mayo está clara. ¿Queremos otros cuatro años de parálisis, de bloqueo, o queremos abrir una nueva etapa con avances sociales y con acuerdos entre diferentes partidos políticos?”
Isla:
“Ni queja, ni confrontación. Colaboración. Colaboración con el gobierno de España. A sentarse, hablar y dialogar. Colaboración ambiciosa pero colaboración”.
Esquerra empezó la campaña como segunda y, en cambio, ahora algunas encuestas la sitúan tercera, claramente detrás de Junts. Esquerra no habría logrado capitalizar ni el gobierno en solitario ni la presidencia de Aragonès, la primera de un republicano desde la Guerra Civil, por mucho que ha llamado al voto progresista.
Junqueras: "Las mejores herramientas son las herramientas de un estado, de un estado independiente, de una república, de un gobierno y de un gobierno encabezado por nuestro amigo, por mi amigo, por mi compañero Pere Aragonès."
Aragonés: “Tengo un mensaje para Salvador Illa. Si piensa como Inés Arrimadas, si actúa políticamente como Inés Arrimadas, será jefe de la oposición como Inés Arrimadas y la presidencia será de Esquerra Republicana”.
Por su parte, Junts, es decir, Puigdemont, ha ido de menos a más, ha hecho valer la condición emocional de un voto que podría restituir el presidente, cuya vuelta está a la vuelta de la esquina gracias a la amnistía. El papel determinante que Junts tuvo en las elecciones españolas le ha reconvertido en un actor decisivo en Barcelona y en Madrid mientras parte de la opinión pública española aún sueña con encarcelarle. Todo ello ha catapultado el voto a Puigdemont, que además ha quemado las naves (no se presentará a las europeas y, si no gobierna, deja la primera línea de la política) y por todo ello, a dos días de las elecciones , Juntos se ve segunda a poca distancia del PSC, sobre todo en escaños.
Puigdemont: “Si dejamos que el PSOE haga su opa hostil en el gobierno de Catalunya, porque lo que están preparando es una opa hostil en el gobierno de Catalunya, una opa hostil enviando a sus hombres de negro con el gobernador civil Isla al frente, saben perfectamente que este país entrará en una deriva españolizante de la que quizás no podamos salir. Y por eso están plantando batalla, porque es una de sus últimas oportunidades para ver si nos derrotan.”
En resumen, aunque la independencia es lo suficientemente importante como para hacer una raya entre los partidos que lo son o no lo son, no ha sido una cuestión urgente. No ha habido debate sobre la unilateralidad y sí sobre financiación, inmigración, lengua.
Por último, hay un dato de que las encuestas no acaban de ajustar que es el de la participación. Si PSC y Junts siguen movilizando, la foto final puede moverse, pero sobre todo, lo que más puede determinar el resultado es la movilización del electorado independentista que en el 2021 y el pasado verano en las españolas se abstuvo.
El lunes lo analizaremos. Mientras, aunque sabemos que el voto tiene limitaciones para cambiar las cosas por sí mismo, el voto conserva una fuerza enorme, que es que envía un mensaje. Pensar a quien le queremos decir qué es una buena forma de decidir el sentido del voto.
Buenos días.