Herramientas para una mejor inclusión social

Esta Navidad, regala una obra de arte única y con valor social

Por el taller El Arte de Vivir de Ampanes pasan cada semana más de 80 usuarios con discapacidad intelectual. En sus siete años de historia, el taller ha generado más de 3.000 obras de arte.

Redacció
28/11/2025

¿Sabías que en Manresa existe un taller artístico inclusivo en el que los usuarios de Ampans exploran todo su potencial creativo? ¿Y sabías que estos artistas también participan en exposiciones, colaboran con artistas de renombre y ponen sus obras al alcance del público? Este oasis en medio de la capital del Bages se llama L'Art de Viure, un taller de arte que, en sólo siete años, se ha convertido en uno de los proyectos primordiales en el centro ocupacional que la Fundación Ampans tiene en la ciudad.

Proyecto profesionalizado

Lo primero que llama la atención es el equipo profesional del proyecto, integrado por personas con experiencias y formadas en el ámbito artístico (diseño gráfico, bellas artes, ilustración), pero también en el ámbito social (integración social, educación social). Este rasgo de identidad del proyecto no es fruto del azar. Es el resultado de una apuesta decidida de Ampans por incorporar profesionales especialistas en arte y formatos en el ámbito social. Amaia Inchausti es una de las profesionales que acompañan a los participantes del taller de arte a la hora de explorar toda su creatividad. En función de sus inquietudes, dedican más o menos tiempo al taller y se adentran en técnicas pictóricas como la acuarela, la pintura acrílica, la anilina, la tinta o el collage.

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El Arte de Vivir inició su trayectoria en 2019 y desde entonces no ha dejado de crecer. La prueba es que hoy en día forman parte unos ochenta artistas y que, en estos casi siete años, se han generado más de 3.000 obras. Todas están a la venta, bien en la galería de arte que hay en el taller, bien en la tienda online, o bien en las diversas exposiciones en las que participan periódicamente. El éxito, en palabras de Inchausti, radica en que la iniciativa "no se enfocó desde el punto de vista del arteterapia o laboral, sino desde un punto de vista artístico, de buscar que los participantes pudieran desarrollar todo su talento artístico".

Satisfacción de los artistas y de su entorno

Los usuarios de Ampans que pasan por el taller El Arte de Vivir normalmente trabajan de forma individual. En equipo lo hacen cuando reciben algún encargo, como alguna etiqueta de vino que les pide una bodega, un cartel para un concurso de poesía o un mural que ahora se encuentra en el barrio donde se ubica el centro ocupacional. Laia Lagran y José Muñoz son dos de estos artistas. Lagran se sumó enseguida que el proyecto tomó forma, mientras que Muñoz se incorporó más recientemente. Sin embargo, apunta: "Cuando pinto o dibujo siento tranquilidad; me traslado a otro mundo y desconecto". Lagran corrobora todo lo que dice su compañero y añade que, cuando sabe que alguna de sus obras participará en alguna exposición o en algún concurso, siente "una gran satisfacción".

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Últimamente, tanto Lagran como Muñoz han tenido la oportunidad de colaborar con la fotógrafa manresana La Cirileta (Anna Martínez) en una de sus exposiciones; con el pintor manresano Joaquim Falcó, con quien diseñaron unas flores que después se hicieron en metal y ahora ocupan una rotonda del municipio de Santpedor; con Roser Oduber, con quien han colaborado en creaciones para la Fiesta de la Luz, o con Marta Aranyó, una artista que pinta con vino. "Se trata de momentos en los que, además de poner en valor su talento, algunos de los usuarios que verbalmente no pueden expresarse lo hacen a través del arte", destaca Inchausti. La diseñadora gráfica también subraya que los beneficios muchas veces se extienden a la relación de los usuarios con su familia: "Hay familias que, de repente, ven que una creación artística de sus hijos ilustra un cartel de un festival de poesía y literatura que se hace en Manresa, y reconocen que nunca se hubieran pensado que su hijo fuera capaz o que se oyera también. vínculo en el seno de la familia, que cada vez se implica más en el proyecto”.

Valor social

Lagran y Muñoz han participado con el resto de sus compañeros en el Festival Faba y en los premios Setba, en los que los artistas de Ampans han aportado históricamente la mitad de las obras finalistas. Al margen, las obras que se incuban en el taller del Arte de Vivir también suelen exponerse en el Museo del Textil y el Agua de Manresa; en la red de bibliotecas del Bages; en el espacio de coworking Tercer Segunda; en la Sala Parés de Barcelona o en el Hospital San Juan de Dios de Manresa. Un valor social que también se pone de manifiesto en los talleres que L'Art de Viure organiza para escuelas y empresas. "Reservamos un día a la semana para recibirlos y, así como con las escuelas buscamos conseguir una sensibilización del alumnado hacia las personas con discapacidad intelectual, con las empresas desarrollamos actividades de team building en la que los profesionales colaboran con los artistas", explica Inchausti.

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Próxima parada: Recinto Modernista de Sant Pau

El 3 de diciembre, la Fundación Ampans inaugura una exposición en el Barcelona Health Hub en el Recinto Modernista de San Pablo de Barcelona –que agrupa a más de 600 empresas del ecosistema de la salud digital–, para la que se han escogido una cuarentena de obras de nueve artistas del taller L'Art de Viure. Allí, profesionales y visitantes podrán conocer de cerca un talento que no dejará a nadie indiferente, y algunos aprovecharán para adelantar alguna compra de Navidad. Sobre por qué la gente debería regalar una de sus obras estas fiestas, Laia Lagran apunta que se trata de obras "únicas, en el sentido de que cada uno de nosotros tenemos un estilo diferente". "Además, son obras bonitas", señala José Muñoz. A su vez, Amaia Inchausti destaca que "hay una calidad artística brutal, mucho talento y mensajes muy potentes". Y recuerda que, al principio del taller, utilizaban material escolar, más básico, y que ahora ya utilizan uno más profesional. "Es el nivel que debemos facilitar si después queremos exponer y vender las obras de los artistas. Y se trata de un nivel que estas personas también exigen, lo que te hace ver que, motivado y valorado, el colectivo de personas con discapacidad intelectual también se compromete con lo que hace y exige unos mínimos", concluye la monitora bajo la atenta mirada de Lagran y Mu proyecto y creando obras de arte mucho más tiempo".