Victòria Girona: "Queremos posicionar a Cataluña como una de las regiones más innovadoras y líderes de Europa"
Directora general de Universidades del departamento de Investigación y Universidades de la Generalitat de Catalunya
En el último curso los másters que se imparten en las universidades catalanas han firmado un año de récord. Nunca había habido tantos alumnos matriculados en esta modalidad de estudios. En total, son 51.882 estudiantes que han optado por extender su recorrido formativo más allá del grado o de la antigua licenciatura.
A pesar de las buenas cifras, el sistema universitario del país, sin embargo, tiene todavía sobre la mesa varias asignaturas pendientes: desde el incremento de la docencia en lengua catalana en los másteres hasta la aceleración en la transferencia del conocimiento de las aulas al mundo empresarial. También se encuentra en el ecuador del Pacto Nacional para la Sociedad del Conocimiento, el acuerdo de país aprobado por el sector y los partidos políticos en 2020 que quiere actuar de estrategia compartida entre el ámbito de la educación superior, la investigación y la innovación, y la economía productiva para construir la Cataluña del futuro.
En un momento en que los másteres y posgrados de todo el país ya están abriendo las preinscripciones para el próximo curso, conversamos de estos temas con Victòria Girona, directora general de Universidades del departamento de Investigación y Universidades.
En este último curso, el número de matrículas de máster ha continuado disparado. ¿Cómo lo valora?
— La valoración que hacemos desde el Govern es muy positiva, dado que este incremento va acompañado de una fuerte atracción de estudiantes internacionales. De hecho, los registros de matriculación prepandemia ya se han superado: se ha producido un aumento global en torno al 6,5% en el sistema universitario de Cataluña desde el curso 2019-2020 y con un total de 51.882 estudiantes matriculados en másteres universitarios oficiales. Actualmente, puede decirse que el sistema universitario de Cataluña (SUC) ha superado la crisis de la Covid-19 y los registros de oferta, demanda y matrícula han alcanzado niveles óptimos de rendimiento.
Uno de los temas que tiene sobre la mesa es el incremento del catalán en los másteres. ¿Cuál es la situación actual?
— La oferta de asignaturas en catalán es muy diferente en los grados y en los másteres universitarios. En el curso 2023-2024, el 74% de las asignaturas de grados se podían cursar en catalán, mientras que en el caso de los másteres las asignaturas que se podían cursar en catalán eran el 32%. Esta diferencia se explica por las características de estos estudios y debe tenerse en cuenta que el perfil lingüístico de los estudiantes matriculados también es muy diferente: los grados tienen un enfoque para un público más local, mientras que los másteres tienen un enfoque más internacional.
Plataforma por la Lengua denuncia que es la falta de financiación universitaria lo que hace que los másteres tengan que adaptarse al estudiante extranjero y que, por tanto, la presencia del catalán vaya menguando. ¿Qué piensa?
— La baja presencia del catalán en los másteres universitarios, como he comentado anteriormente, responde a las características específicas de estos estudios, a menudo con un enfoque internacional, una alta especialización y una orientación a la investigación, ya que existe una proporción muy importante de alumnos procedentes de fuera del dominio lingüístico catalán, ya sean del resto del Estado o extranjeros. En cambio, la oferta de asignaturas en catalán en los másteres es mayor cuando la proporción de estudiantes locales es mayoritaria como es el caso de los másteres profesionalizadores o habilitadores. El reto es hacer compatible el uso de otras lenguas en las universidades con la presencia del catalán, como lengua propia de Cataluña.
¿Qué está haciendo la Generalitat para promover la lengua?
— Ante esta realidad, el Gobierno de la Generalitat impulsó en 2022, en coordinación con las universidades y todos los agentes del sistema universitario y de investigación, el Plan de fortalecimiento de la lengua catalana en el sistema universitario y de investigación de Cataluña que se ha ido desarrollando desde entonces. Este plan incluye medidas para incrementar la docencia en catalán en los grados y másteres, así como actuaciones de acogida lingüística y cultural de las personas procedentes de fuera del dominio lingüístico catalán, entre otros.
Hablamos de la transferencia del conocimiento, un reto histórico. ¿Qué herramientas están en marcha para potenciarla?
— El Gobierno tiene como objetivos específicos fortalecer el sistema de investigación y posicionar a Cataluña entre las cincuenta regiones más innovadoras y líderes de la sociedad del conocimiento de la UE en 2030 y esto lo hace potenciando y mejorando el papel del sistema universitario como motor de transformación económica y social. Actualmente, existen diferentes mecanismos en marcha para incrementar la transferencia del conocimiento dirigidos al sistema universitario catalán. El plan de microcredenciales universitarias es uno destacado que supondrá un cambio en la formación universitaria a lo largo de la vida y también supondrá que debamos adaptarnos a las nuevas demandas de cada sector.
¿Y en términos de ayudas y programas específicos?
— Existe el Llamamiento Regiones de Conocimiento, que movilizará 55 millones de euros con el objetivo de que el conocimiento generado en los centros y universidades dé respuesta a retos territoriales. Estas medidas se acompañarán de convocatorias de ayudas para el impulso y consolidación de proyectos de transferencia de las universidades catalanas y para redes de I+D+i para llevar a cabo programas de valorización y transferencia de los resultados de la investigación. Por último, el programa Industria del Conocimiento quiere impulsar un modelo económico basado en el conocimiento, incentivando la transferencia de los resultados de la investigación para conseguir una generación de puestos de trabajo de alta calificación y una mejora significativa de las actividades innovadoras.
En 2020, se aprobó el Pacto Nacional para la Sociedad del Conocimiento. ¿En qué punto se encuentra?
— El Pacto Nacional para la Sociedad del Conocimiento (2020-2030) se encuentra justo en mitad del recorrido. Existe un sistema de indicadores de seguimiento consolidados a través del cual se evalúa su evolución y cumplimiento año tras año. En el último seguimiento se vio que estos indicadores presentaban una tendencia positiva y una evolución muy favorable para alcanzar el objetivo 2030, entre los que destacan el número de colaboraciones público-privadas, la financiación pública dedicada a la I+D+i, el número de investigadores en I+D y el número de empresasspin-off, que han aumentado significativamente respecto al primer año, entre otros.
¿El pacto sigue siendo una prioridad para el nuevo gobierno?
— Sí, pero es necesario realizar una revisión y una actualización a los nuevos tiempos actuales. Actualmente se está trabajando en el desarrollo de distintas áreas. En la del sistema del conocimiento se impulsa la nueva convocatoria de ayudas predoctorales FI-STEP en tecnologías estratégicas por Europa. Por lo que se refiere al talento de las personas en la aplicación de los nuevos criterios de acreditación del profesorado universitario –y en relación con la inversión económica–, se está desplegando el programa de relevo generacional del personal docente e investigador y trabajando en la reducción de los precios de matrícula de forma progresiva en estudios de grado y máster.
En la última sesión, CCOO recordó la necesidad de revisar la financiación de las universidades públicas porque "el actual incremento ha servido sólo para compensar las reducciones de ingresos para los nuevos precios de las matrículas". ¿Qué piensa?
— El departamento está trabajando en disponer de un nuevo modelo de financiación más adecuado a las necesidades de las universidades. Desde 2020 ha habido un incremento de financiación de la Generalitat para compensar la reducción de ingresos para la reducción de los precios de matrícula, pero también para la financiación de los mayores costes de personal, para la mejora de las condiciones del PDI y del PTGAS –reducción de la precariedad, rejuvenecimiento y tecnificación de las plazas a la creación de nuevas. También para la financiación de los gastos de mantenimiento y mejora de los espacios docentes, eficiencia energética y de las tecnologías de la información.