Los retos del nuevo casco para los niños castellers
La Coordinadora de Colles y la empresa NZI trabajan en un nuevo modelo de piezas modulares
Desde el 2006, los enxanetes y acotxadors de las colles castelleres llevan un casco de protección, y tres años más tarde este elemento de seguridad también se incorporó a la posición de doses. murciana especializada en cascos NZI están trabajando en un nuevo modelo, que presenta varias incógnitas y retos a resolver. un sistema de cordaje, se ajusta a la cabeza. Así, el objetivo es que a partir de ahora todos tengan este juego de piezas modulares y que se puedan utilizar para todas las posiciones del pomo de arriba, aunque con tres tamaños diferentes
Por otro lado, después de algunos de los problemas actuales. la zona de la cara que está más cerca del cráneo", explica Sílvia Simó, miembro del área médica de la CCCC. De este modo, se está estudiando bajar la parte del frente de los cascos. Más allá de estos dos grandes objetivos, también se trabaja en otras mejoras como el sistema de cierre.
Un caso que ha accelerado
La previsión es que el proyecto dure dos años. Una vez que se elaboren los nuevos cascos, el planteamiento es iniciar una fase de pruebas y un estudio comparativo entre los dos modelos, el antiguo y el actualizado. La idea de impulsar un rediseño del casco se está estudiando desde hace un tiempo, pero las consecuencias del San Félix del pasado verano han acelerado su proceso. Una caída de la Colla Vella de los Xiquets de Valls comportó una lesión grave de traumatismo craneoencefálico y fractura craneal de la acotxadora.
Este accidente conmovió al mundo casteller, que ha decidido dar un paso adelante. Desde la Coordinadora, por tanto, exponen que hasta ahora no había habido ningún "proceso serio" de innovar en el diseño de los cascos, pero que ahora sí se ha priorizado. Y ya se han medido más de 230 cabezas de los niños castellers para tomarles las medidas.
El casco de los niños deja algunas partes descubiertas de la cara. Éstas son, principalmente, las de las cejas, la nariz y los pómulos. Otra idea que se está explorando, por tanto, es la de crear una especie de antifaz para proteger estas zonas. Desde la CCCC explican que se está trabajando en paralelo, pero que "una cosa es mejorar un casco que ya existe y la otra es crear un dispositivo de protección nuevo que debe ajustarse bien con el casco".
La seguridad de los cascos
Los cascos no han evitado totalmente el riesgo de lesión que conlleva la práctica castellera, pero sí que la ha reducido. Desde su implantación en 2006 no ha habido ningún traumatismo craneoencefálico con secuelas para los niños. puestos correctamente y estudiar los casos.