Para producir un kilo de pasta se necesitan 1849 litros de agua. Y por producir una hamburguesa aún más: 2.400 litros. Estos son algunos de los datos interesantes que encontrará en el Aula del Agua de Aigües Sabadell, diseñada para sumergirse en el universo del agua y conocer la historia de su abastecimiento a Sabadell. Se realizan talleres, juegos interactivos y actividades de divulgación sobre el agua y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Es un espacio muy frecuentado por las escuelas de Sabadell: a partir de los 3 años ya vienen. También se realiza un 'escape room' una vez al mes.
¿Sabrías hacer un xilófono de agua?
El Aula del Agua de Aguas Sabadell
Va bien que el agua venga de distintas procedencias. Por si alguna falla. Es lo que ocurre en Sabadell, que recibe agua de las cuencas internas de Cataluña (de los embalses del Ter y del Llobregat), de minas y pozos... ¡y también de Barcelona! Sí, sí: hay una tubería que nace en la carretera de las Aigües (Barcelona) y lleva agua a la ciudad vallesana.
En pleno franquismo, el alcalde decidió entonces que la red de aguas de Sabadell debía conectarse a Barcelona. Era imposible que la capital del país se quedara sin agua, argumentaba. Por eso se hizo la tubería que nace en la carretera de las Aigües y lleva agua hasta la sierra de Galliners, en Cerdanyola, y continúa hasta Sabadell. No fue hasta los años 80 del siglo XX cuando llegó el agua del Ter y del Llobregat a la cocapital del Vallès. Esta agua desemboca en el depósito de Can Llong, el más grande de la ciudad, situado debajo del Parque de las Aguas, desde donde se suministra a los hogares, comercios e industrias de Sabadell.
"En la última sequía no hemos tenido que sufrir", me comenta Lluís Jordan, director general de Aigües Sabadell. "No hubo restricciones al consumo, más allá de los decretados por la Generalitat", dice Jordan, ingeniero industrial con experiencia internacional. Estuvo unos años trabajando en el sector del agua en México, un país que, como el nuestro, sufre escasez hídrica, agudizada por la crisis climática.
Hoy visito la sede de Aigües Sabadell, situada en el edificio modernista Sallarès Deu. Me sitúo concretamente en el centro de control y operaciones de esta compañía. Es una sala llena de pantallas, que muestran en tiempo real el funcionamiento del servicio de abastecimiento de agua al municipio: la presión de cada zona, las incidencias, las reguladoras –válvulas que ayudan a ajustar la presión del agua–, los niveles de los depósitos… “Debemos regular las presiones del agua que suministramos para adaptarlas al día”. Él y su equipo conocen con extraordinaria precisión los ritmos del consumo del agua. Los días laborables suelen mostrar unos patrones muy estables: el grosor del consumo se sitúa por la mañana y por la noche. Algunos acontecimientos provocan "pinchos": un partido importante del Barça (en el descanso y al final del partido crece considerablemente el consumo de agua: del grifo, de los lavabos..), la cabalgata de Reyes, entre otras situaciones.
Entramos ahora en el Aula del Agua, situada justo al lado del centro de control y operaciones. Es una sala repleta de piezas históricas del abastecimiento de agua a Sabadell, desde el siglo XIII hasta la constitución, en 1949, de Aigües Sabadell (compañía que se creó a iniciativa del Ayuntamiento de Sabadell y de un grupo de sabadellenses representantes de las entidades económicas locales). Hay botijos, fuentes de hierro públicas, antiguas conducciones de agua y contadores. Todo puede tocarse. No existe ninguna vitrina.
Una de las piezas estrella es una reproducción en miniatura de la Torre del Agua, icono de Sabadell, antiguo depósito elevado que ya no contiene agua. En ocasiones especiales, el Ayuntamiento de este municipio organiza visitas guiadas que permiten subir a la torre. Junto a su reproducción se ha expuesto el flotador de hierro –que controlaba el paso del agua al antiguo depósito de la Torre del Agua–, y el contador, entre otros elementos originales.
Me llaman la atención ocho vasos de agua, puestos al lado del otro, que se pueden tocar con una baqueta para hacer notas musicales. Sí, es un xilófono de agua. ¿Qué diría usted? ¿Que las notas más agudas son las que tienen más agua o las que menos? ¿Sabría hacer uno en casa, de xilófono de agua?