He oído que ha muerto Sotil y he vuelto a abrir la caja de los recuerdos. Un recorte del día de su fichaje lo presenta como "elMaestrito,como le dicen en Perú, hace 1'67, es de contextura fuerte ychaparro(sic)". El peruano marcó el quinto gol del 0-5 en el Bernabeu, cabeceando solo en el área pequeña, ante un Madrid que ya había bajado los brazos. En Gijón, el 7 de abril del 74, el Barça gana la Liga y Sotil llama a Lima: "Mamita, ¡campeonamos!" enmarcado, y de ese equipo que nos sabemos de memoria ya no están Torres, Juan Carlos, Cruyff y Sotil.
Los futbolistas de nuestra infancia viven en un cromo que llevamos enganchado para siempre a nuestro álbum particular. Pero de vez en cuando, de las cómodas de los fotógrafos todavía aparecen imágenes no siempre publicadas que nos vuelven a ese fútbol de las cinco de la tarde con humo de puros, Soberano, y marcador simultáneo Dardo.Es el caso del monumental volumen Los Campañá y el Barça (Base), una elección en 450 páginas de fotos de Antoni Campañà Bandranas y Antoni Campañà Capella, padre e hijo, que retrataron a pie de césped desde el paro de Zamora en la final de Copa de 1936 hasta un gol de Messi en el 2007.
El libro es en el Barça el que sería en la arquitectura un álbum que resumiera el románico, el gótico, el modernismo y la GATCPAC. Es una joya de la historia del fútbol donde salen los ídolos, pero también los seguidores, editada con generosidad hacia otras primeras espadas del fotoperiodismo que los culés, especialmente los que cuentan por décadas, haría bien en regalarse. La conocerá enseguida: en la tapa dura de portada Cruyff marca a Reina el gol imposible. Cruyff dedica la instantánea a Campañà hijo: "Una buena foto".
