Con fruición, leo en una revista deportiva "los problemas académicos de las hijas de los reyes de España". Dice que la mayor –la heredera– tiene problemas físicos en la academia militar: no acaba de estar en forma. La pequeña, en cambio, ve que hace botellón con sus amigos. Lo que sería, vamos, la actitud normal de un adolescente obligado a estudiar una carrera que no le gusta.
La heredera a esta absurda idea de que es "un trono" está obligada a hacer la carrera militar. Sus padres, así como los asesores de palacio, ya debieron tenerlo claro el día que nació. Está obligada también a contraer matrimonio heterosexual y con alguien de raza y religión no polémicas. Está obligada a vestirse según los cánones de Inditex, para entendernos, y no puede ponerse piercings ni hacerse tatuajes visibles. No puede llevar rastas, ni plataformas, ni decir "bro" cuando hable con alguien que no conoce. Está, sobre todo, obligada a la exposición pública.
Que le toque hacer esto, que es una forma de trabajo infantil, es triste. Pero aún es más triste que los padres lo vean bueno. Ningún momento de la vida será tan luminoso y complicado en la vida de un ser humano del Primer Mundo como éste: eres menor de edad y estás "estudiante" para hacer lo que vas a hacer toda la vida vida, si tienes un poco de suerte. No comprendo a estos padres que deciden qué estudiará el hijo, que así heredará la empresa. ningún negocio o trono para legar, porque así me ahorro que me llame al capitán de la academia por decirme que la heredera no quiere hacer flexiones. Creo que les está saliendo muy bien de precio, a los reyes de España, lo de las otras hijas.
