Leo en el ARA un titular, con el apoyo de CaixaBank, que dice: "¿Tienes más de sesenta años? Esto es todo lo que tienes que saber para protegerte de los ciberfraudes". No los tengo, pero un día, tampoco tan lejano, los tendré. Me indigna lo que leo: "Con más tiempo libre, más poder adquisitivo y, en muchos casos, menos familiaridad con las tecnologías, este colectivo se ha convertido en un objetivo habitual de los ciberdelincuentes", y hay muchos dibujos explicativos, por si no me ha quedado claro sólo con el texto. En la edición online, se mueven arriba y abajo. Son personajes abuelos pero modernos, entendámonos. Hay una señora, de pelo corto, con gafas de las de leer que mira el móvil. De sus pies le cuelgan unas zapatillas (eso será el tiempo libre). Hay un señor, medio calvo y con barba y gafas, que pone la mano en un ordenador portátil. Las frases dan miedo. Como la que he mencionado antes.
Ya me gustará a mí, a los sesenta años, tener más tiempo libre. Pero no creo que ninguno de nosotros tenga la casa pagada. ¿Menos familiaridad con las nuevas tecnologías? ¿Hasta cuándo les llamaremos "nuevas" a las tecnologías? No es que no estemos familiarizados, es que a veces perdemos las gafas, escuche. Si no estuviéramos familiarizados con las nuevas tecnologías no podríamos ir al cajero a actualizar la...
Un momento, perdonen. Ya remataré el artículo otro día. Ahora, mientras redactaba esto para ustedes, me acaba de escribir Brad Pitt. Dice que me ha estalqueado el Instagram y que me encuentra interesantísima. Me quiere conocer, pero está detenido en el aeropuerto con el jet privado, coi. Ahora le enviaré unos euros. Tengo mucho trabajo. Mañana ya les diré qué.
