Puigdemont y Aragonès escenifican el acercamiento de ERC y Junts

El 'president' de la Generalitat y el ex 'president' avisan de que los indultos "no son la solución política" al problema de fondo

WaterlooUn encuentro institucional, de gestos y símbolos que ha servido para escenificar el acercamiento entre ERC y Junts después de unas negociaciones para formar Govern que estuvieron a punto de descarrilar. El president de la Generalitat, Pere Aragonès, se ha desplazado este viernes hasta Waterloo (Bélgica) para reunirse por primera vez desde que asumió el cargo y en persona con el ex president, Carles Puigdemont. Después de una hora y media de encuentro en la sede del Consell per la República, los dos se han esforzado para evitar resaltar las discrepancias entre las dos formaciones y se han centrado en los puntos de encuentro. Los dos han avisado de que los indultos "no son la solución política" al conflicto de fondo y han insistido en andar hacia el referéndum de autodeterminación.

"Este es un encuentro entre dos presidentes que se tendría que producir en una situación sin represión, en Barcelona, en el Palau de la Generalitat. El hecho de que nos tengamos que reunir aquí es una muestra de que estamos en un contexto de represión", ha arrancado el president Aragonès después de un encuentro que ha descrito como un "gesto" de "reconocimiento institucional", en el que los dos han querido escenificar el acercamiento entre Junts y ERC a pesar de que en las difíciles negociaciones para formar gobierno el papel del Consell per la República fue uno de los principales obstáculos. Después de criticar la voluntad de Puigdemont de "tutelar" el Govern desde Waterloo, Aragonès ha asegurado que el de este viernes será el primera de muchos encuentros y de que el objetivo es conseguir que se puedan producir en un contexto de "normalidad", una normalidad para la que se ha comprometido a trabajar para que los exiliados puedan volver a Catalunya.

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Los indultos "no son la solución política"

Es en función de esta intención de mostrar sintonía y distensión que se explica que durante la comparecencia los dos líderes independentistas hayan querido centrarse en los puntos de acuerdo y abandonar las discrepancias. El encuentro en Waterloo ha sido el mismo día que el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, está en Barcelona para clausurar unas jornadas del Cercle d'Economia en el que el apoyo de los empresarios a los indultos ha marcado la agenda. El líder de ERC, Oriol Junqueras, allanó la vía hacia los indultos cuando se mostró favorable a ellos en una carta que publicó en el ARA. Hace unas semanas el president Carles Puigdemont se mostraba escéptico, repetía que no son la solución al conflicto ni para acabar con la represión y desconfiaba de las "palabras bonitas" del gobierno de Pedro Sánchez.

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En cambio, este viernes han querido mostrar más unidad alrededor de una medida que parece inminente. "Los indultos no son la solución política de fondo. Todos los pasos que puedan suponer un alivio serán bienvenidos, pero seguiremos exigiendo una amnistía que dé cobertura a toda la represión", ha recalcado Aragonès. Y Puigdemont, por su parte, también ha rebajado ligeramente el tono: "Hemos coincidido en este análisis, después de ellos mismos quizás hay pocas personas que puedan alegrarse más que yo de que los presos salgan de la prisión". Eso sí, mientras Aragonès hace muestras de acercamiento con el Estado, tanto con el presidente español como con el saludo al rey Felipe VI, Puigdemont se mantiene desconfiado. "Es evidente que el estado español se ve abocado a los indultos porque si no toma la iniciativa otros la tomarán por él", ha dicho antes de recordar que, haya o no indultos, "ninguna de las demandas históricas de Catalunya habrá quedado satisfecha".

Negociación y no diálogo

Donde también cada vez hay más gestos de acercamiento es entre el gobierno español y el de la Generalitat. Pedro Sánchez ha vuelto a levantar la bandera de la concordia este viernes ante los empresarios y el lunes estará otra vez en Barcelona en un acto en el Liceu para defender los indultos. Por ahora, Aragonès no ha recibido ninguna invitación formal, pero ha recalcado que para avanzar en la resolución del conflicto hace falta diálogo entre las dos instituciones, el gobierno español y el de la Generalitat. En cambio, Puigdemont lo ha aprovechado para criticar el concepto de la mesa de diálogo. "Lo que haría falta es el concepto de mesa de negociación", ha espetado. El ex president en el exilio cree que dialogar es sencillo, pero que políticamente lo que requiere compromiso es la "negociación" porque es la que va cargada de política: "La pregunta es si el estado español piensa negociar en condiciones de igualdad con Catalunya como nación".

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Ahora bien, a pesar de la escenificación de distensión entre ERC y Junts, Puigdemont no espera para reunir a los consellers de JxCat en Waterloo para coordinar políticas y seguir marcando la estrategia de JxCat. Según ha avanzado la ACN, el líder de Junts reunirá este domingo a los siete consellers en Bélgica.