Daniel Serrano, el diputado fantasma del PP en Catalunya

BarcelonaDaniel Serrano (Barcelona, 1976) es desde marzo una muleta invisible para el PP en el Parlamento. No milita en el partido, pero ocupa el tercer escaño de la formación en el grupo mixto. Los conservadores aseguran que no se coordinan, pero a menudo votan en el mismo sentido. Y a pesar de que asiste a los plenos –se sienta junto a los populares–, no participa. Inmerso en una causa judicial por agresión sexual que el jueves quedó archivada, los últimos cuatro meses ha sido como un diputado fantasma del PP. Pero en su caso no habita a las buhardillas –allí es donde los grupos enviaron a Vox al inicio de la legislatura–, sino que comparte despacho con la diputada Lorena Roldán.

La convivencia, explican fuentes del partido, ha sido “cordial” a pesar de la incomodidad generada por su aparición en la cámara: suspendido de militancia, cogió el acta a pesar de haberse comprometido a no hacerlo cuando Eva Parera, líder de Valientes, dejó el escaño. Su presencia en el hemiciclo no es el tema preferido de los conservadores, que aseguran que, obligados por el reglamento, se han limitado a cederle el asiento a la comisión de acción climática. Una cuota exigua para quien hace solo un año y medio era la figura más poderosa del PP en Catalunya como secretario general.

También había pasado por el Congreso de los Diputados y presidió el comité de derechos y garantías del PP, precisamente el organismo donde fue a parar su caso de presunta agresión sexual. Personas que lo conocen bien hablan como una persona seria y muy de su entorno. Un entorno cerrado que formaban el líder del PP, Alejandro Fernández, o el actual concejal en Barcelona Óscar Ramírez. Los últimos acontecimientos los han hecho distanciarse y, después del archivamiento del caso, la cúpula del PP mantiene el silencio. ¿Se volverá a afiliar al partido? “Ya se verá”, resuelven fuentes próximas a Serrano.