El día en que un consejero patrocinado por Junts votó a favor de la opa

BarcelonaLa política da tantas vueltas que un día estás procesado por sedición y otro formas parte de un organismo estatal como la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Esto es lo que le ocurrió a Pere Soler, director general de la Policía durante el 1-O y que entró en la CNMC el pasado enero a propuesta del gobierno español y con el aval de Junts.

Junts y ERC llevan ya tiempo practicando en Madrid un pez en el cove 2.0 que incluye participar en el reparto de cargos en los organismos estatales, tal y como ya hacía CiU en su día. Si hacemos un repaso rápido ERC habría promovido a Sergi Sol en RTVE y al economista Jordi Pons en el Banco de España. Por su parte, Junts habría hecho lo mismo con Miquel Calçada en RTVE y el citado Pere Soler en la CNMC. En el caso de Junts deberíamos añadir algunos nombramientos en empresas de capital público como el de Ramon Tremosa en Aena, Elena Massot en Enagás o Eduard Garcia en el consejo de administración de Renfe. Unos nombramientos que, por cierto, provocaron un enorme abucheo de Gabriel Rufián a los diputados de Junts en el Congreso.

La lógica de entrar en el reparto de cargos es conocida: te da influencia e información de primera mano sobre lo que se cuece en estos organismos. Pero claro, también tiene servidumbres. De alguna manera te obliga a corresponsabilizarte de la gobernabilidad del Estado del que, en teoría, quieres independizarte. Por no hablar de dar pábulo a la cancioncilla de las "sillas" y las "paguetas".

Malestar en el Sabadell

Esta contradicción se ha hecho evidente esta semana cuando se ha sabido que el miembro de la CNMC patrocinado por Junts, Pere Soler y Campins, votó el miércoles a favor de la opa del BBVA en el Sabadell. Eso sí, después de conseguir que en dictamen final se elevaran las condiciones para garantizar la financiación de las pymes. Pero es el hecho. Soler Campins votó a favor y renunció a emitir un voto particular en contra de que habría sido muy útil al gobierno español de cara a un posible veto en la operación.

La decisión de Soler Campins cayó como un jarrón de agua fría en el Banc Sabadell, que contaba con que al menos él, como catalán, se opondría. Mientras, Junts guardó un incómodo silencio hasta que el viernes Jordi Turull corrió a desmarcarse de su patrocinado.

El caso es que estas cosas son bastante frecuentes. Soler, al que aún quedan seis años de mandato, ha priorizado alinearse con la presidenta del organismo, Cani Fernández, cuyo objetivo era conseguir la unanimidad del consejo y evitar un voto particular. Soler podría haberse negado por principios, pero optó por negociar, y si la opa sale adelante podrá decir que las pymes tendrán mejores condiciones de financiación gracias a él. Pero al fin y al cabo lo que queda es que él, y por extensión Junts, votó a favor de una opa que liquidaría a un banco catalán centenario como el Sabadell.

Los detalles

En Madrid hace ya tiempo que el debate político ha traspasado todos los límites de dicha cortesía parlamentaria, pero el PP de la Comunidad de Madrid se lleva la palma. En un tuit de respuesta a uno del PSOE madrileño que denunciaba la apropiación por parte de Ayuso de la fiesta del 2 de mayo, escribieron lo siguiente: "Mientras vosotros no lo celebráis con putas y cocaína, todo irá bien".

Esta semana hemos conocido el destino profesional de la expresidenta del Congreso Meritxell Batet, del PSC. Batet ha sido nombrada consejera independiente de la empresa Ebro Foods (propietaria de marcas de arroz como SOS o La fallera) a propuesta de la SEPI, que tiene el 10% del capital. Batet entra en la empresa en sustitución precisamente de Marc Murtra, recientemente nombrado presidente de Telefónica.