Gobernabilidad en el Estado

La extrema derecha saca a 25.000 personas en la calle contra Pedro Sánchez

El PP asiste incómodo a una concentración del entorno mediático y social de Vox

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MadridLas manifestaciones espanyolistas siempre dejan escenas curiosas, como la de una señora que, mientras volvía a casa tras la manifestación de hoy en Madrid, gritaba rabieta que el presidente español es "un desgraciado, un hijo de puta" mientras daba vueltas sobre sí misma, bajo la mirada atónita de algunos y los gestos de aprobación de otros. Una familia que esperaba un taxi se resignaba ante la escena de un hombre que exhibía la bandera franquista -"Sí, había de todo", decía el hijo-. Había ido a la protesta con un amigo con ganas de juerga. "¡Vamos hacia dentro con los bates de béisbol!", le proponía, pero no lo llevaban, y tenían que conformarse con aplaudir a los ponentes e insultar a Pedro Sánchez.

Unas 25.000 personas, según la delegación del gobierno español en Madrid, se han concentrado en la plaza Castilla de la capital española, convocadas por la Plataforma por la España Constitucional y otras entidades de extrema derecha. Los impulsores no son demasiado conocidos por el gran público, pero sí en los entornos de Vox y las nuevas opciones a la derecha del PP, como la de Alvise Pérez, presente en el acto. Dos de los impulsores eran los periodistas Carlos Cuesta, director adjunto del grupo Libertad Digital, y el catalán Albert Castillón, que también se ha hecho un hueco en el espacio mediático de la extrema derecha. Entre los que han intervenido, destacan el exdirigente de Cs Marcos de Quinto, que junto a Juan Carlos Girauta fundó el think tank Pie en Pared, también presente en la concentración; así como el exfundador de Vox Aleix Vidal-Quadras, que todavía arrastra secuelas del atentado que sufrió el pasado año.

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"Si no reaccionamos, lo peor está por llegar. Dicen que España no se rompe y tienen razón: ¡no se rompe porque ya se ha roto! Lo ha herido, pero aún no lo ha matado", reivindicaba Vidal -Cuadras. El eslogan del acto era la petición de una convocatoria electoral para derribar a Pedro Sánchez, a quien los impulsores no consideran que fue "elegido democráticamente". De hecho, entre el público había una plataforma que impugna los resultados de los últimos comicios porque sostienen que el reparto de escaños se realiza con un escrutinio provisional y no completo de los votos. Pero no es por eso que la concentración considera a Sánchez un presidente ilegítimo, sino por los pactos con "etarras, narcotraficantes y golpistas" y por "la acelerada descomposición a la que el gobierno infame somete a la nación", en palabras de Vidal-Quadras .

Perfil bajo del PP

La vía que Vox defiende para ir a las urnas es una moción de censura que Santiago Abascal ha afirmado que estaría dispuesto a votar incluso de la mano de Junts, siempre que no se cediera en nada con los independentistas. Sin embargo, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, está centrado en la batalla judicial y no tiene intención de momento de plantearla porque no tiene suficiente apoyo. A diferencia de Abascal, el presidente conservador no acudió a la concentración y su partido optó por un perfil bajo. Tampoco ha asistido Isabel Díaz Ayuso, quien ha delegado la asistencia en su número 2 en el PP de Madrid, Alfonso Serrano. Una mujer que escuchaba las declaraciones a los medios de la dirigente del PP Carmen Fúnez le preguntaba a un periodista que quién era, si era una portavoz regional o local del partido, porque no identificaba que fuera una cara conocida de la dirección estatal de Génova. "No es Cuca Gamarra", constataba.

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La concentración se ha realizado ante los juzgados de la plaza Castilla, donde Begoña Gómez tuvo que acudir para declarar en la causa por presunto tráfico de influencias y corrupción en los negocios. "No habría habido mejor marco", aseguraba De Quinto durante su discurso. El pretexto oficial de la convocatoria eran los casos de corrupción que rodean a Sánchez, especialmente por el vuelo que ha tomado el caso Ábalos, pero los ponentes le han vestido de ataques contra la inmigración irregular y los ideales progresistas. "Es bueno querer conservar dinero y no que te lo roben con impuestos que después destinan a cocaína", denunció De Quinto, quien pidió a la derecha no sentirse "moralmente inferior" a la izquierda.

Estaba previsto que interviniese a distancia la opositora venezolana María Corina Machado, pero no ha podido hacerlo por motivos de "seguridad", según los organizadores. En su lugar ha hablado un periodista venezolano que se ha preguntado si caerá antes Nicolás Maduro o Sánchez. Y todavía otro periodista, Luis del Pino, ha tomado la palabra para cargar contra los medios "serviles" con el gobierno español, que ha contrapuesto al papel de agitadores de fake news como Vito Quiles o Cake Minuesa.