Feijóo se estrena marcando el terreno a Mañueco sobre los pactos con Vox

El político gallego presenta el aval de 55.000 firmas para presidir el PP y ya ejerce de líder

MadridEn el mundo ideal de Alberto Núñez Feijóo, que se corresponde a la Galicia que gobierna con mayoría absoluta desde hace tres legislaturas, Vox no tendría que existir. Pero esta no es la realidad del conjunto de España y este mismo jueves se tiene que escoger a la mesa de las Cortes de Castilla y León, donde la extrema derecha reclama su derecho a presidirla. Feijóo, que este miércoles ha presentado el aval de más de 55.000 firmas de militantes para presidir el PP (10 veces más que Pablo Casado en 2018), se ha estrenado de facto como líder de la formación marcando el terreno a Alfonso Fernández Mañueco en esta negociación. “Entiendo que la presidencia de la cámara corresponde al PP, que ganó las elecciones y tiene el triple de escaños [que Vox]”, ha dicho.

Ahora bien, ¿esto quiere decir que Feijóo descarte un gobierno de PP y Vox en Castilla y León? Ni mucho menos. Su estrategia pasa, sin embargo, por presionar al PSOE para que facilite un gobierno sin la extrema derecha. “El PSOE tiene la facultad de facilitar que gobierne la lista más votada y esperamos que no ponga en cuestión la gobernabilidad de la Junta”, ha dicho. Pero si el PSOE no da el paso, y no lo hará, Feijóo deja la decisión en manos de Mañueco. En todo caso, el político gallego también ha querido dejar claro que no acepta lecciones del PSOE en materia de pactos y ha puesto como ejemplo los de los socialistas con el BNG en Galicia, “un partido que a las europeas se presenta con ERC y Bildu”. Por lo tanto, el político gallego subraya su incomodidad con los pactos con Vox, pero se deja la puerta abierta por si no hay más remedio con el argumento de que los socios del PSOE son “independentistas y populistas”. Por su parte, el PSOE ya ha rechazado la petición de Feijóo y le ha pedido, por boca de Adriana Lastra, que "detenga" un pacto con Vox en Castilla y León que los socialistas ya ven cerrado.

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Un PP de mayorías

Este miércoles Feijóo ha hablado por primera vez desde la sede del PP en la calle Génova y ha desgranado cuál será el proyecto que presentará en el congreso del partido de Sevilla de los días 2 y 3 de abril. El objetivo es presentar una “alternativa de gestión, de estabilidad y de mayorías”. Este último punto es lo más importante. Para Feijóo es imprescindible que el PP vuelva a tener amplias mayorías como las que él ha conseguido en Galicia los últimos años y así poder conformar un gobierno fuerte surgido de las urnas y no de pactos hechos en despachos. “Nuestro objetivo tiene que ser ganar y que, la noche electoral, el número de papeletas del PP permita un gobierno del PP. Yo he visto aquí mayorías absolutas de los presidentes Aznar y Rajoy”, ha dicho.

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Feijóo viajará ahora por las 17 comunidades autónomas para explicar su proyecto y acabar de unir el partido en su entorno, lo que de hecho ya es una realidad. “Yo no vociferaré tanto como otros partidos, pero ofreceré con moderación y serenidad una alternativa sólida”, ha destacado.

Malestar del PSOE

Por la mañana había debutado la nueva alineación del PP en el Congreso, con la tríada formada por la portavoz, Cuca Gamarra y los diputados Jaime de Olano y Mario Garcés, preguntando al gobierno y provocando la indignación del PSOE y Unidas Podemos. Gamarra ha acusado a Pedro Sánchez de usar la guerra en Ucrania para tapar su gestión y justificar medidas como las subidas de impuestos: “Primero utilizaron la pandemia y ahora está dispuesto a utilizar la guerra”, le ha espetado. Esta mención ha hecho saltar al presidente español, que le ha respondido visiblemente enfadado: “¿Para que estoy utilizando la guerra? ¿Para qué utilicé la pandemia? Un respeto por el Gobierno de España, que no tiene en esta cuestión el apoyo del principal partido de la oposición, como siempre”.

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El tono de Olano y Garcés ha seguido la misma línea, lo que ha confirmado que no se trataba de un resbalón de Gamarra, sino de una estrategia compartida (y bendecida sin duda por Feijóo) de endurecer el discurso hacia el gobierno aprovechando sus discrepancias internas. Todos ellos han atacado por el flanco de Unidas Podemos pidiendo que sean expulsadas del gobierno las ministras que no comparten el envío de armas a Ucrania. El nuevo giro del PP enterraba el discurso de Gamarra en la comparecencia de Pedro Sánchez de la semana pasada por hablar del conflicto en Ucrania en el que se ofreció a apoyar en el gobierno. “Si sus socios le fallan, recorreremos juntos este camino”, le dijo entonces.

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El PSOE no ha tardado ni cinco minutos en activar su maquinaria comunicativa para dejar claro que el PP volvía al casadismo. Su portavoz en el Congreso, Héctor Gómez, ha sido contundente: “Exigimos al PP una rectificación urgente. Ya usaron la pandemia para hacer oposición. Y hoy han advertido que utilizarán la invasión de Ucrania. Queda claro que no podemos contar con el PP para nada”.

Investigación sobre el espionaje

Otro giro de guion de la jornada lo ha protagonizado el presidente del comité organizador del Congreso del PP y hombre de confianza de Feijóo, Esteban González Pons, que al contrario que hace una semana este miércoles ha asegurado que la nueva dirección investigará el presunto caso de espionaje a Isabel Díaz Ayuso. De este modo se contenta a la presidenta madrileña, que en la junta directiva pidió que “se echara” a los responsables del asunto. El principal señalado, el ex secretario general Teodoro García Egea, todavía mantiene el escaño en el Congreso. Feijóo no ha querido confirmar este punto, pero sobre García Egea y también Casado ha dicho que “son diputados y los necesitamos a todos. Y los dos tienen una enorme experiencia”. Aun así, no parece posible que Feijóo pueda ofrecerles algún cargo y a la vez mantener una mínima sintonía con Ayuso, que es imprescindible para tener el partido totalmente pacificado.