Discurso de Navidad

Felipe VI reclama rebajar la tensión política

Pide "unidad" y "diálogo" y evita hablar de Juan Carlos I

MadridFelipe VI no ha pisado terrenos pantanosos en su tradicional discurso de Navidad: ha cerrado filas con la Constitución –sin ninguna insinuación sobre una hipotética reforma– y no se ha referido a la situación de Juan Carlos I, que ya lleva un año y medio desterrado en Abu Dhabi. La huella de la Moncloa, que revisa los mensajes de la Zarzuela, se ha dejado ver en la apelación del monarca a llegar a “consensos”, aunque se puedan tener “diferentes opiniones”. “El espíritu de la Constitución nos convoca a la unidad ante la división, al diálogo y no al enfrentamiento, al respeto ante el rencor, al espíritu integrador ante la exclusión. Nos convoca permanentemente a una convivencia cívica, serena y en libertad”, ha afirmado. 

La política española está sumida en un barro de reproches y disputas entre la derecha y la izquierda a dos años de unas elecciones generales cruciales que marcarán el futuro de España. Felipe VI ha hecho un llamamiento a rebajar esta tensión y ha recordado la “convivencia democrática” que, ha afirmado, ha reinado durante las últimas cuatro décadas. Con un ejemplar de la Constitución a su derecha, ha recordado que la carta magna ha sido la “viga maestra que ha favorecido el progreso”. “Merece respeto, reconocimiento y lealtad”, ha remarcado. 

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El monarca ha dicho estas palabras después de invocar sus valores favorables al entendimiento, pero si se trasladan al ruedo partidista, esto mismo es lo que Sánchez reclama al líder de la oposición, Pablo Casado, cuando lo acusa de bloquear la renovación del Consejo General del Poder Judicial. La petición de Felipe VI llega también en un momento en el que, con una cierta frecuencia, se abre el debate de la reforma constitucional, a la que no ha hecho ninguna referencia.

Mensaje de Navidad de Felipe VI del 2021
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Una "auténtica encrucijada”

El rey ha hablado de una "auténtica encrucijada” ante los “desafíos” que se presentan en el Estado: ha citado la situación laboral de los jóvenes, los retos tecnológicos, la pandemia, la igualdad entre hombres y mujeres, la lucha contra el cambio climático y la dependencia entre países a nivel internacional. Un escenario que Felipe VI ve como una “oportunidad histórica” para la “modernización del país”. En este sentido, ha destacado el “reforzamiento” de la Unión Europea a raíz de la respuesta a la crisis del coronavirus y ha pedido no desaprovechar las ayudas de los fondos europeos para tener una economía “cada vez más digital, más verde y más inclusiva”. “Se abre un futuro que nos exige –a todos– responsabilidad, voluntad de colaborar y entendernos”, ha insistido Felipe VI.

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Más allá de la situación de tensión política a la que el rey se ha referido implícitamente pidiendo “grandes acuerdos”, la gran anomalía que vive España es el exilio del rey emérito, que en las últimas fechas ha recibido la buena noticia del archivo de la investigación de la justicia suiza. Además, las que lo afectan directamente y que todavía tiene abiertas la Fiscalía del Tribunal Supremo se cerrarán próximamente si no hay ninguna sorpresa. Aun así, Felipe VI no ha mencionado a su padre y, con voluntad interpretativa, solo se puede decir que ha hecho una referencia velada a él cuando ha subrayado que las instituciones tienen que ser “ejemplo de integridad pública y moral”.

No ha hecho, pues, tampoco ninguna mención a una posible agenda de renovación de la Casa del Rey. Sánchez acostumbra a poner en valor el esfuerzo de “modernización y transparencia” de la institución, a pesar de que no hay adelantos, y los deja en manos de Felipe VI .