Junts se seguirá llamando Junts per Catalunya: gana la partida judicial al PDECat
La jueza también obliga al Partido Demócrata a asumir los costes del proceso judicial
BarcelonaJunts per Catalunya se seguirá llamando Junts per Catalunya. El partido impulsado por el expresidente Carles Puigdemont ha ganado la partida judicial al PDECat y podrá continuar utilizando las siglas, puesto que la justicia ha desestimado la demanda de la dirección del Partido Demócrata que los acusaba de haberse apropiado "ilegalmente" del nombre de Junts. De este modo, la jueza avala la manera como varios dirigentes afines a Puigdemont consiguieron el control del partido en junio de 2020, que hasta entonces habían monitorizado a personas próximas a la dirección del PDECat y, sobre todo, a la excoordinadora general del partido Marta Pascal. Y no solo eso: la justicia también obliga al Partido Demócrata a asumir los costes de todo el procedimiento judicial.
El verano de 2020 la dirección del PDECat liderada por David Bonvehí llevó a Junts a los tribunales por haberse apropiado, según ellos de forma fraudulenta, de la propiedad de las siglas. Su argumento era que el cambio de titulares no se hizo bien y que, por lo tanto, se tenía que revocar. En un principio los titulares formales de JxCat eran trabajadores del PDECat, puesto que se trataba de un partido instrumental que no tenía vida propia. De hecho, solo estaba registrado en el ministerio del Interior a petición de Pascal, puesto que fue el nombre que utilizó el partido para presentarse a las elecciones del Parlament en 2017 en coalición con CDC y bajo el liderazgo de Carles Puigdemont. Por este motivo los cargos orgánicos que constaban en el registro eran personas sin visibilidad política y de la confianza de Pascal: Laia Canet Sarri como presidenta y dos miembros más del personal del partido como tesorero y secretario general.
En la legislatura pasada, a lo largo de la cual el expresidente decidió desmarcarse del PDECat para hacer su propio partido, el entorno de Puigdemont maniobró para conseguir estas siglas, puesto que su control era el gran instrumento de negociación que utilizaba Bonvehí a la hora de articular el espacio político posconvergente, con exdirigentes de CDC, pero también independientes. ¿Cómo consiguió este control el expresidente? Estableció contacto directo con los trabajadores del Partido Demócrata que figuraban como titulares de Junts en el ministerio del Interior para poner a otros afines a él sin explicárselo a la dirección de David Bonvehí. Este cambio se hizo de forma telemática en junio de 2020 y, cuando ya estaba todo hecho, se comunicó a la entonces dirección del PDECat.
El Partido Demócrata no aceptó nunca el procedimiento hecho por los afines a Puigdemont, pero la juez ha desestimado su demanda con un argumento básico: no están legitimados para impugnar los acuerdos de otro partido. Y es que este era uno de los puntos débiles de la demanda de los de Bonvehí: como formación política no tenían ningún derecho a la propiedad de Junts y, por lo tanto, era su principal dificultad a la hora de impugnar como se hizo este cambio de titularidad.
Otra cosa habría sido que los demandantes hubieran sido Canet Sarri y los otros dos titulares que figuraban antes como cúpula de Junts –habría tenido más posibilidades de prosperar–, pero ellos no se plantearon ninguna acción judicial. De hecho, durante el juicio Canet Sarri explicó que el PDECat la presionó para que pusiera una demanda mientras todavía era trabajadora del partido y ella, que ahora es parte del personal de Junts, se opuso.
De este modo acaba un vodevil judicial que se ha alargado dos años –el PDECat pidió varias veces que se aplazara el juicio– y Junts respira tranquilo porque no se quedará sin nombre.