La nueva gira de Albert Rivera

BarcelonaAlbert Rivera vuelve a la arena pública. Conferencias, entrevistas y podcast ultraliberales vuelven a contar con su presencia, incluso con polémicas. El hombre que llevó a Ciudadanos a acariciar la gloria y luego le hizo descender al infierno está haciendo una gira que pasa por todo tipo de foros en un momento en que mantiene distancias con el PP, tiene nulas relaciones con Ciudadanos y vive alejado de Vox. Rivera quiere seguir diciendo la suya, pero no tiene intenciones de volver a la política.

Ahora se dedica a criticar a los actuales dirigentes, cargar contra el sistema de pensiones y recordar movimientos del pasado que le condenaron a la irrelevancia, como el fracaso del entendimiento con Pedro Sánchez. A finales del pasado año se fue acelerando su presencia pública, sobre todo en un polémico podcast publicado el día de Navidad con el empresario José Elías –definió el sistema de pensiones como una “estafa piramidal”–. Pero fue sólo el inicio. En una entrevista en la Cope el 19 de enero Rivera ya avisó de que había podido reflexionar: "Tardé un tiempo en aceptar que irme no suponía ser anónimo, sino que seguía siendo una persona pública; seis años después me sigue conociendo a mucha gente y sigo teniendo un papel, muy distante pero presente".

Esta semana, de hecho, ha sido uno de los ponentes en una conferencia política en Sevilla de la Fundación Cajasol junto con el exportavoz de Vox en el Congreso Iván Espinosa de los Monteros, que sí dijo que querría crear un laboratorio de ideas –think tank– para contribuir al espacio de la derecha ultraliberal y que lleva meses llevando su particular gira, después de salir escaldado de Vox.

La relación con los partidos de derechas

¿Cuál es ahora la relación de Rivera con los partidos de derechas? Fuentes del PP consultadas por el ARA aclaran que Rivera tenía más contacto con la dirección estatal de Pablo Casado (2018-2022) y después, con Alberto Núñez Feijóo, "se ha difuminado bastante". Con Casado, además, tenía 'amigos' en común, como Fran Hervías, ex secretario de organización de Cs que dio el salto al PP y que habría facilitado esta sintonía. Entonces sonó incluso como fichaje repescado por el partido.

En cuanto a Ciutadans, fuentes del partido aseguran que Rivera no tiene "ningún tipo de relación" con la formación. No está nada involucrado ni tiene ningún contacto desde que salió tras el fracaso de las elecciones de noviembre del 2019, cuando el partido naranja se quedó con solo 10 diputados de los 57 que había obtenido en abril del mismo año. En cualquier caso, en las recientes apariciones públicas ven que el expolítico "se está moviendo más hacia la derecha" de lo que quiere ser el partido naranja, ya desaparecido de las cámaras parlamentarias. ¿Y la relación con Vox? Fuentes de la extrema derecha consultadas comentan que no les consta ningún contacto con Rivera.

Vida cambiada

En esta gira mediática, además de criticar que, a su juicio, los políticos tengan sueldos bajos, defiende la honorabilidad de su labor política cuando lideraba Cs. "El cargo nunca me ha importado", afirmó en la Cope, y sigue criticando duramente al presidente español como cuando competía electoralmente. A su juicio, "se ha visto diluido" el esfuerzo por "frenar el nacionalismo" con un jefe de gobierno que "legitima lo ocurrido en el 2017". Admitiendo un supuesto "exceso de idealismo", añade que "un acuerdo con Pedro Sánchez es antagónico en defender la unidad de España, la economía de mercado como yo la entiendo, liberal, y en defender la regeneración, y más viendo lo que estamos viendo últimamente", llegó a asegurar en su entrevista en la radio episcopal.

Pese a estar fuera de la arena política en los últimos años, Rivera ha estado en el centro de la polémica por su vida personal y profesional. Ha salido a la luz que podría llegar a juicio por no pagar la pensión por las actividades extraescolares a su hija mayor. Y, por otra parte, tras ser protagonista de la prensa del corazón por su relación con la cantante Malú, también estuvo en el ojo del huracán por su salida en febrero de 2022 del bufete de abogados Martínez Echevarría. Se marchó entre acusaciones de bajo rendimiento durante sus dos años de contrato –entró sin que estuviera colegiado–, mientras que él denunció incumplimientos contractuales que han acabado con demandas cruzadas en los juzgados. Ahora preside desde mayo del pasado año el club privado de negocios Raheem, que pretende atraer inversiones, sobre todo de Sudamérica, y también ha probado suerte ofreciendo clases de oratoria a 3.000 euros por estudiante.