Protagonista colateral

La "pequeña chica fascista, sexista y xenófoba" de Tortosa que es portavoz de la extrema derecha mundial

Ada Lluch ha ganado protagonismo por su aparición en la manifestación xenófoba de Londres

Barcelona"Hombres jóvenes españoles, necesito que se unís a la lucha por España. ¡Soy una mujer, no debería estar haciendo esto!". Esto decía en un mensaje en X hace pocos días Ada Lluch. Sería una influencer ultraconservadora más que acumula miles de seguidores si no fuera porque el sábado 13 de septiembre hizo un discurso delante de miles de manifestantes de extrema derecha en Londres, en una concentración de rechazo a la inmigración. Su caso es particularmente curioso porque logró este altavoz sin formar parte de ningún partido u organización.

Por eso esta semana varios medios como El País y RAC1 han puesto el foco en quien es Ada Lluch. Y ella ha aprovechado este foco para ridiculizar adjetivos similares a los que han empleado varias cabeceras para describir su discurso e ideario: "¡Esta pequeña chica fascista, sexista y xenófoba (de acuerdo con los medios españoles) hoy hace 26 años!", expresaba el miércoles en X.

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Nacida en Tortosa, tiene 26 años y estudió medicina en la UAB, aunque no terminó el grado. En esa época considera que era woke –un término que se han apropiado de las fuerzas conservadoras y ultraliberales para despreciar las luchas sociales de la izquierda–, hasta que su pareja "le hizo entender cómo funciona la vida". En redes dice que si su marido le pidiera que se borrara la cuenta de X y se dedicara a cuidar a la familia, lo haría. De hecho, explica que su "gran sueño" es tener una gran familia y crear su propia marca de ropa de algodón orgánico, una premisa que casa con la corriente de creadoras de contenido definidas como tradwives (esposas tradicionales) y que se dedican a promover lo que consideran "valores tradicionales", si bien en su caso el mensaje político es particularmente explícito.

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Lluch también afirma haber vivido en Estados Unidos, donde asegura haber conocido a Donald Trump en persona. De hecho, en su cuenta de Instagram tiene colgadas dos fotos con él, y también una con el presidente de Vox, Santiago Abascal. En varias entrevistas y vídeos se ha declarado admiradora de ambos líderes, y en el caso de España hace pocos días aseguraba al Diario de Tarragona que Franco fue "un hombre de dios, cuyos valores impecables y que creía en los debates respetuosos".

Los 'influencers' de la 'influencer'

Su contenido en redes bebe deinfluencers ultraconservadores de EE.UU. ya menudo hace afirmaciones taxativas de rechazo a la inmigración o despreciando a hombres que califica de wokes, a través de discursos fáciles y palabras muleta con construcciones léxicas y gramaticales sencillas, que suenan bien y son fáciles de memorizar. Todo ello enmarcado en un discurso antiintelectual. La experta digital Janira Planes, consultada por el ARA, considera que es un tipo de contenido idóneo tanto para que los que están de acuerdo cliquen el botón de Me gusta como para que quienes están en contra la contradigan a los comentarios, hechos que amplifican su mensaje.

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Uno de los ejes de su acción política, apunta, es generar desconfianza y odio hacia los medios de comunicación que explican y contextualizan su discurso. Aunque este tipo deinfluencers puedan utilizar estas noticias para seguir desacreditando los medios y vaciar de contenido ciertos calificativos, los expertos consultados ven positivo que se fiscalice su actividad, ya que seguirán publicando el mismo se les fiscalice o no.