Policías en el lugar de políticos: cinco altos cargos de Interior guardan la placa
"Les hemos ido a buscar por sus currículos", defiende la consejera Parlon
BarcelonaEl 12 de mayo del año pasado, durante el debate electoral, el candidato del PSC, Salvador Illa, tenía un as en la manga: anunció que, de ser investido presidente, la consejera de Interior sería Núria Parlon, entonces alcaldesa de Santa Coloma de Gramanet, y que el director de la policía sería el mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís. Los pronósticos acabaron cumpliendo y Parlon fue nombrada titular del departamento y Trapero asumió la dirección política de los Mossos. Este movimiento, que en su día generó sorpresa, no ha sido el único: con la llegada de Parlon a Interior también han llegado cinco altos cargos que, antes de aterrizar en el nuevo cargo, eran policías.
El primero es Trapero, que el exconseller Joan Ignasi Elena destituyó como jefe del cuerpo policial y que, en el momento de la llegada del PSC al gobierno, estaba destinado a la División de Evaluación de Servicios. Con el aterrizaje de Parlon, otro cargo relevante, el director general de Coordinación de las Policías Locales, también cayó en manos de un policía, Daniel Limones, hasta entonces jefe de la Policía Local de Esplugues de Llobregat. Además, el nuevo director de los Servicios Territoriales de Interior en Barcelona pasó a ser Albert Vilatarsana, en ese momento intendente jefe de la Policía Local de Sant Boi de Llobregat, y la misma dirección en Lleida la pasó a liderar Josep Ramon Ibarz, hasta entonces jefe de la Guardia Urbana de Lleida. El último movimiento ha sido en la dirección general de la policía por parte del propio Trapero: el intendente de los Mossos Andreu Domingo es el nuevo subdirector de recursos humanos por la baja de la titular. Se trata de un grueso de policías que, según varias fuentes, no se había visto hasta ahora en Interior, y también hay varias voces que lo critican porque creen que debe existir separación entre la esfera policial y la política.
"No hemos ido a buscar policías por qué sí, sino por sus currículos adecuados", afirma en declaraciones al ARA Núria Parlon. La consellera explica que tratan cuestiones relacionadas con la seguridad pública, "un trabajo que conocen de cerca". Añade que son perfiles con un "amplio conocimiento del mundo local" y que han tenido mucha relación con empresas, sectores sociales y vecinales, y que esto concuerda con la política "de proximidad" que quiere impulsar. "Y ya se está notando. Necesitamos a gente que esté conectada con el territorio, y hemos elegido a personas que llevan años trabajando en la proximidad", insiste la titular de Interior. Lo justifica con los casos de Lleida, Barcelona o la dirección de Policías Locales, todas ellas ocupadas por ex jefes de cuerpos policiales de la zona. Además, califica de "acierto" la elección de Trapero, y dice estar sabiendo "orientar las prioridades del departamento".
A favor y en contra
Varias fuentes que han tenido responsabilidades en la conselleria de Interior no ven con tan buenos ojos estos movimientos. Hablan de una "policialización de la política" después de que, en los últimos años, sobre todo a raíz de los cambios impulsados por Elena, el PSC acusara a la plana mayor de Interior de "politizar a la policía". Insisten en que los conocimientos operativos de un policía no son los mismos que se necesitan para gestionar. Voces de los Mossos también lamentan que la frontera entre la gestión política de la policía y la labor operativa siempre debe ser clara, y que, con estos movimientos, puede ser más difusa. "Siempre pedimos no mezclar esos espacios", afirma una voz del cuerpo. En el mismo sentido, personas que han tenido cargos en Interior se muestran asombrados por estos cambios, y se preguntan si entre los socialistas faltan cuadros que tengan una visión clara de la política de seguridad que quiere impulsar el partido.
Limones, titulado en el grado de prevención y seguridad integral de la Universidad de Barcelona, también ha liderado las policías locales de Martorelles, Maçanet de la Selva y Sant Fost de Campsentelles. También ha presidido el Colegio de Criminología de Catalunya. A su vez, Vilatarsana lleva casi treinta años profesor del Instituto de Seguridad Pública de Catalunya y ha cursado varios estudios en derecho. Ibarz fue jefe de la Guardia Urbana de Lleida desde 2007, y antes había sido mando de los Mossos d'Esquadra. En los tres casos, hablamos de ayuntamientos gobernados por los socialistas. Por último, el intendente Domingo, antes de aterrizar en la dirección general de la policía, dirigía la Comisaría Superior Técnica de los Mossos.
Desde el sindicato policial FEPOL celebran estos cambios. "Es más fácil comunicarse, entienden más las necesidades de un policía", comenta su portavoz, Toni Castejón, sobre la llegada de policías a la gestión política. Lamenta que en el pasado se han encontrado con altos cargos que tenían un conocimiento "nulo" del funcionamiento de la policía, y que siempre se perdía "mucho tiempo" hasta que no se adaptaban al cargo y adquirían conocimientos suficientes del sector. Desde el sindicato USPAC, su portavoz, Albert Palacio, permanece más neutral. Si bien apunta que en algunas situaciones pueden ser cargos bien formados y que cumplen los requisitos, añade que debe evitarse dar la sensación de que, en algunos casos, se esté dando una salida a policías a punto de jubilarse. Al mismo tiempo, lamenta unas palabras de Limones, quien afirmó que un "policía que va por la calle debería tener una carrera universitaria".