Investidura

El PP clama contra la amnistía: "Es una cacicada inaceptable"

Feijóo se rodea de Ayuso, Aznar y Rajoy para cargar contra el PSOE y acusarlo de promover una "indignidad"

MadridA 48 horas del debate de investidura de Alberto Núñez Feijóo –que, de no haber un giro de última hora, no tiene opciones de prosperar–, el PP se ha plantado en la Plaza Felipe II de Madrid para clamar contra la amnistía. Es la imagen de unidad en torno al líder popular que el partido buscaba antes del pleno de esta semana y que da el pistoletazo de inicio a su ofensiva contra un pacto que el PSOE todavía no ha sellado con el independentismo. Un grito unánime a frenar cualquier perdón general a los encausados independentistas que al fin y al cabo es una muestra más de que el PP ya se prepara para hacer oposición desde todas las vías. "Infamia", "indignidad" o "moralmente inaceptable". Son los adjetivos que han lanzado Alberto Núñez Feijóo, José María Aznar, Mariano Rajoy, Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez-Almeida para calificar una amnistía que creen que va en contra de la Constitución, de la "igualdad" de los españoles y de la unidad territorial del Estado. Por eso, se han centrado en enviar dardos al PSOE de Pedro Sánchez y en aplaudir a los exdirigentes que se han desmarcado de él, una manera de volver a apelar al transfuguismo.

Unas 40.000 personas, según datos de la Policía Nacional, y 65.000 según el PP, han llenado la avenida Felipe II, una plaza modesta en términos de espacio en pleno barrio de Salamanca de Madrid que ha quedado pequeña. Han abundado las banderas españolas, algunas banderas y también carteles con eslóganes extraños y mal escritos: "Feijo, fijo". El PP ha llevado 200 autocares y ha sacado pecho de un acto que aseguran que es el más multitudinario que ha organizado la formación hasta ahora, solo por detrás del de Aznar en Mestalla en 1996. Ahora bien, todo nació envenenado, porque el propio expresidente español dinamitó todo el plan del partido cuando azuzó a la movilización en la calle antes que Feijóo. Sin embargo, este domingo los llamamientos han ido a la par y, de hecho, el presidente del PP ha asegurado que tanto Aznar como Rajoy "no son pasado sino presente" y la "guía para ordenar el futuro".

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Los tres han plantado cara a la amnistía. "Lo que hacen solo tiene un nombre: indignidad", gritó Feijóo, que presentó al PSOE como "cómplice" y a Sánchez como el "responsable". Responsable no solo de una ley de amnistía, sino también en caso de que España acabe en "bloqueo y elecciones" por haber puesto la gobernabilidad del Estado en manos del independentismo: "No deben ser decisivos, nunca han tenido tan pocos votos". "Si los políticos no son iguales ante la ley, es una cacicada inaceptable", ha añadido para referirse a la amnistía.

En defensa de exdirigentes socialistas

Los populares han evitado la imagen de la Plaza Colón de Madrid, donde se habían manifestado junto a Vox para protestar contra los indultos hace dos años. Feijóo, sin embargo, ha querido agradecer a la formación de extrema derecha que esta próxima semana vote su investidura, al igual que CC y UPN. Con el PNV fuera de la ecuación, el PP hace días que se dedica a hacer llamamientos a la desesperada en busca de socialistas disidentes que rompan la disciplina del partido. Este domingo, Feijóo no lo hizo explícitamente, pero sí agradeció a los exdirigentes socialistas que alzaron la voz contra la estrategia de Pedro Sánchez.

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"Podrán ser expulsados y señalados por un PSOE que ya no es un partido de estado, pero serán señalados por la mayoría de españoles como hombres y mujeres de estado, que es lo que importa", ha afirmado Feijóo. Ahora bien, ni los barones más críticos con Pedro Sánchez, como Emiliano García-Page o Javier Lambán, han picado ese anzuelo, a pesar de admitir que la amnistía no les gusta. Solo lo han hecho Felipe González y Alfonso Guerra, que se han convertido en los principales valedores de la estrategia del PP.

Imagen de unidad en torno a Feijóo

Todo ello ha sido también un intento de mostrar una imagen de unidad en torno al liderazgo de Feijóo, con el que, después del 23-J, más de uno se ha mostrado crítico de puertas adentro. De hecho, entre el público había quien admitía que Feijóo está siendo "demasiado blando". Por el momento Ayuso, la voz que más sombra le hace a Feijóo, no se mueve. Ella es quien se ha llevado las mayores ovaciones en el acto, pero enseguida ha salido a agradecer a Feijóo "ser la voz de la dignidad de todos los españoles". En su discurso, Ayuso ha vuelto a comparar la amnistía y las negociaciones del PSOE con el independentismo con ETA. "La España de las manos blancas, que pusimos la nuca y ellos bajaron la cabeza. Nuestra unión es su derrota. ¿Dejaremos que ganen? De ninguna manera –ha afirmado–. Decir amnistía es decir que nunca hubo un golpe, que España es una dictadura opresora", ha criticado.

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José María Aznar, uno de los instigadores de la estrategia de agitar la calle, ha pedido a los ciudadanos "que no se callen". "Estamos dispuestos a movilizar todos los esfuerzos para evitar que se consuma un ataque sin precedentes en el marco de convivencia de todos los españoles", avisó. El expresidente español apuntó a los "secesionistas", quienes aseguró que tienen una "deuda" con la democracia española "que no han pagado y deben pagar". Mariano Rajoy se ha sumado cuando ha sacado pecho de aplicar el artículo 155 en el 2017 para rebatir la tesis de Pedro Sánchez de que los indultos y la derogación del delito de sedición han mejorado la convivencia. "Lo único que mejoró la convivencia fue la aplicación de la ley y el artículo 155". Rajoy censuró que la investidura dependa "de un chantaje de un prófugo de la justicia", unas palabras que el público ha contestado haciendo resonar de nuevo el "Puigdemont a prisión".