Oriol Junqueras: "El PSC no está haciendo todo lo que debería hacer para que el acuerdo de financiación salga bien"

BarcelonaOriol Junqueras (Barcelona, ​​1969) visita el ARA pocos días antes de la segunda parte del congreso de Esquerra, que el partido celebra este fin de semana en Martorell, y donde debe aprobar la ponencia política, estratégica y estatutaria.

Empecemos por el gran debate europeo de estos días. ¿Cuál es la posición de Esquerra frente al rearme de Europa que se propone para hacer frente al giro de Estados Unidos y la amenaza rusa?

— Europa en su conjunto gasta cuatro veces más en defensa que Rusia, por tanto no necesita gastar más, sino ser más eficiente en el uso de ese gasto. La superioridad aérea de Europa respecto a Rusia es escandalosa. Europa debe utilizar sus herramientas, y la más importante es que es el primer mercado consumidor del mundo. Y esto debe utilizarlo para forzar una paz digna entre Ucrania y Rusia.

¿No es algo lo que se ha intentado estos años?

— Europa no lo ha intentado bien, las sanciones no funcionan. Europa debería buscar algún tipo de mecanismo acelerado para incluir a Ucrania dentro de la Unión Europea. Y al mismo tiempo Europa debería ser también valiente a la hora de decir que la paz, justa y digna, comportaría también ventajas para Rusia, porque Europa podría darle un tratamiento de país favorecido en sus relaciones comerciales.

¿Debe seguir ayudando militarmente a Ucrania a defenderse?

— Europa debe ayudar a Ucrania porque es justo ayudar al agredido.

Entonces, ¿qué dirán si Pedro Sánchez les propone el aumento del gasto militar?

— No estamos a favor de aumentar el gasto militar. Europa necesita más ambición política y más inteligencia en sus relaciones internacionales para conseguir que Rusia actúe con mayor racionalidad en el tablero internacional.

Otro gran debate de base europeo es el de la inmigración. ¿Cómo valora el pacto entre el PSOE y Junts por la delegación de competencias en Cataluña?

— Cataluña, como otras muchas sociedades occidentales, tiene una tasa de fecundidad baja, de 1,1. Esto significa que en cada salto de generación la población de Catalunya se reduciría a la mitad. Este modelo demográfico es insostenible y, por tanto, hay muchos incentivos para la entrada de nueva población, entre otras cosas porque hay trabajos en nuestra sociedad que nadie quiere realizar. La cuestión es cómo regulamos este mercado de la mejor forma posible.

¿Ha notado cierto crecimiento de la xenofobia, de la preocupación por el fenómeno migratorio?

— Llegan otras muchas quejas que son más relevantes. Por ejemplo, que la renta de las familias de este país es inferior a la de 2004 y su responsable no es la inmigración, sino que el mercado de la vivienda está absolutamente saturado. Que en nuestro país desaparecen 20.000 millones de euros pagados con impuestos cada año que no se nos devuelven, que hace 50 años que el Estado no construye ni un kilómetro de ferrocarril convencional en nuestro país...

¿Pero entiende el crecimiento de la extrema derecha?

— La democracia y el estado del bienestar están amenazadas por aquellos que saben que son una garantía para amplísimas mayorías de nuestra sociedad y que, por tanto, son un obstáculo para sus egoísmos. Debemos ser capaces de explicarlo todos los días. Nuestra aspiración debería ser intentar igualar por arriba, no igualar por abajo. La justicia social, la salud pública, la educación pública de calidad son un elemento imprescindible para el crecimiento económico. Y quien lo olvide vivirá períodos muy largos de recesión. Quizá ocurra en Estados Unidos ahora con Trump.

¿Qué piensa cuando siente Salvador Illa decir que quiere que Cataluña vuelva a liderar España? ¿Es factible superar a Madrid en PIB?

— Cataluña debe tener mucha más ambición que la de superar una comunidad autónoma del estado español. El modelo de Madrid es un modelo que externaliza muchos costes y que lo pagan todas las provincias que le rodean. Y la España despejada le ha vaciado un modelo económico depredador por parte de Madrid. El modelo que debería representar Cataluña es uno en el que es relevante no sólo nuestro crecimiento, sino el de nuestro entorno, nuestros clientes y nuestros proveedores.

Si no hubiera déficit fiscal, ¿usted sería partidario de bajar impuestos?

— Soy partidario de que los impuestos se inviertan de la mejor manera posible. Pero mientras Cataluña tenga déficits en infraestructuras seguro que necesitamos una fiscalidad que permita financiarlas.

Si nos ponemos en la piel de las personas que pagan impuestos y encuentran un servicio tan deficitario como el de Renfe es normal que piensen que no les sale a cuenta...

— Vamos a utilizar toda la capacidad de influencia que tenemos para hacerles notar que la situación es una vergüenza escandalosa. Hemos combatido desde hace mucho tiempo para que la Generalitat pueda asumir todas las responsabilidades. Por eso somos independentistas. Y a menudo ha sido el partido socialista el que se ha opuesto con todas sus fuerzas. El PSC tuvo una ministra de Transportes exalcaldesa de Gavà, Renfe tuvo al frente a militantes del PSC. Y no han salido adelante. Y por eso reclamamos que las cosas cambien. Y si son incapaces de gestionarlo, tendrán que asumir las responsabilidades políticas. Hemos dicho que no descartamos una reprobación de aquellos que son incapaces de realizar su trabajo.

Según el acuerdo alcanzado por Esquerra y el PSC, este primer semestre del año debe haber una concreción del modelo de financiación. ¿Cómo van las negociaciones?

— Debemos ponernos de manera mucho más intensa.

¿Ahora no están negociando intensamente?

— En ese momento el PSC aún no está haciendo todo lo que debería estar haciendo para que esto vaya bien.

Y si no va bien, ¿qué ocurre?

— Pues que Isla y Sánchez tendrán que olvidarse no solo de los presupuestos del 2025, que ya se han olvidado, sino también de los presupuestos del 2026.

El Govern dice que sí está dando pasos, ha contratado a un centenar de trabajadores para la Agència Tributària de Catalunya.

— Es del todo insuficiente.

¿Cuántos se necesitarían?

— Probablemente estamos hablando del personal que tiene la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT) en Cataluña, que debería incorporarse a la Agencia Tributaria de Cataluña (ATC).

Pero son unos 3000.

— Por tanto, 100 personas, con todo el respeto a todas ellas, es [una cifra] claramente insuficiente.

Se incorporan a participar en una prueba piloto de recaudación del IRPF y del impuesto de matriculaciones.

— El impuesto de matriculaciones es un impuesto que sirve muy poca referencia a la hora de recaudar el IRPF. Por tanto, hay mucho margen para mejorar.

¿La vía para hacer crecer la agencia catalana es realizar este traspaso de los trabajadores de la agencia española directamente hacia la catalana?

— Es una vía, y es relevante, porque es evidente que hay mucha gente muy preparada y formada.

Pero aquí tendrán la oposición de los funcionarios, como está ocurriendo con los maquinistas de Renfe. ¿Lo han previsto?

— Los maquinistas de Renfe y todos los trabajadores de este país, incluidos los de la Agencia Tributaria, deben saber que el mejor aliado que tendrán nunca a la hora de defender sus derechos laborales somos la gente de Esquerra Republicana.

¿Están negociando una ampliación de crédito de 4.000 millones con el Gobierno para que se puedan realizar gastos como el de La Bressola?

— Queremos que en nuestro país le vaya bien. Para que le vaya bien, hay unos gastos y unas inversiones que las administraciones deben poder realizar. Y nosotros no estamos aquí para bloquear las inversiones que las administraciones públicas deben realizar al servicio de este país.

O sea, están negociando ese suplemento de crédito.

— Si quieren presentarnos una propuesta de un decreto de ampliación de crédito, que nos la presenten y hablaremos de ello. Tenemos toda la predisposición del mundo en llegar a buenos acuerdos útiles para nuestro país.

¿El partido ha recuperado ya la unidad después de su elección?

— Esquerra ha vivido un proceso muy creativo, muy intenso, muy vivido en todos los sentidos. Y ahora estoy muy satisfecho de la fuerza, del empuje con el que retomamos nuestra relación con el país.

¿Cuál será la información que tendrán los militantes de la investigación interna sobre la estructura B del partido?

— No sé, porque esto lo sabe la Comisión de la Verdad.

¿Usted ha desmontado la estructura B?

— Cuando yo he llegado, no estaba. Ya no se hacían pagos.

¿Ya no se hacen seguro?

— Le aseguro que no. Si alguna de las cosas que dan sentido a que estemos al frente de Esquerra Republicana en este momento es justamente garantizar que eso que no debería haber pasado nunca ocurra nunca más.

Nueva Izquierda Nacional ha retirado las enmiendas que pedían limitar su mandato. ¿Cómo lo valora?

— El hecho de que lleguen pocas enmiendas vivas al plenario demuestra la existencia de una amplísima mayoría que apoya a las ponencias, que se ha expresado en todos los congresos territoriales y la enorme capacidad que ha demostrado esta nueva dirección a la hora de construir consensos en la organización.

¿Pero usted quiere presentarse a la Generalitat? Porque se ve que hay gente que no quiere que lo haga...

— Nadie debe preocuparse de esto porque estoy inhabilitado. Y yo lucharé para que todo el mundo pueda presentarse.

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