Madrid / BarcelonaPedro Sánchez está decidido a jugar sus cartas para contrarrestar la presión que recibirá en los próximos meses desde los tribunales, con el objetivo de que la acción de gobierno pase por delante del calvario judicial. Si la semana pasada fue una propuesta de pacto de estado contra la emergencia climática, este lunes el presidente español ha querido tomar la iniciativa anunciando el endurecimiento de las medidas contra el gobierno de Benjamin Netanyahu. La decisión de un embargo de armas inmediato y la prohibición de entrar en España a todas las personas vinculadas con el "genocidio" y el "exterminio" –en palabras de Sánchez–, ha agravado una crisis diplomática entre ambos países que se alarga desde hace casi dos años, cuando se intensificó la guerra contra Gaza. Israel replicó prohibiendo la entrada en su país de dos ministros, Yolanda Díaz y Sira Rego, y el ministro de Exteriores español respondió llamando a consultas a su embajadora en Tel Aviv.
Después de que el ejército israelí haya redoblado la ofensiva para controlar la capital de la Franja, el líder socialista ha querido ir más allá. "España no puede ser cómplice de esta barbarie. No estábamos solos, sino que éramos los primeros. Prefiero la soledad de la humanidad que la compañía de la sinrazón y la barbarie", ha defendido Sánchez. España, pionera en el reconocimiento de Palestina como estado en mayo del pasado año, ya apoyaba las causas abiertas por crímenes de guerra contra Netanyahu en el Tribunal Penal Internacional, si bien la terminología que ha utilizado Sánchez es significativa en términos diplomáticos.
El embargo de armas
Entre las medidas que el jefe del ejecutivo del Estado ha desgranado en una comparecencia institucional en la Moncloa, destaca el embargo de armas a Israel, una medida que ya estaba en trámite en el Congreso, pero que la Moncloa ha querido acelerar ante la presión de Sumar para que entre en vigor de inmediato. De hecho, el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, consideró que llega "tarde" y la líder de Podemos, Ione Belarra, reclamó una ruptura total de relaciones con Israel. Las fuerzas de la mayoría plurinacional y la sociedad civil implicada en el conflicto llevan tiempo reclamando el embargo de armas y, de hecho, las relaciones comerciales entre España e Israel han sido un elemento de contradicción en el gobierno de Sánchez. Como excusa para no aplicar el embargo, el ejecutivo siempre defendía que no se había importado ni exportado material militar a Israel desde el 7 de octubre de 2023, pero se ha demostrado que no ha sido así.
Hoy en día el gobierno español todavía no ha confirmado que se haya denegado la adquisición de munición de una empresa israelí para la Guardia Civil que Sánchez se comprometió a frenar el pasado abril. La coalición del Estado vivió una crisis cuando se conoció que el ministerio del Interior había salido adelante con un contrato que meses antes dijo que iba a detener, y el presidente español se vio obligado a desautorizar al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. Entonces el PSOE votó a favor de la propuesta de Sumar en el Congreso para el embargo total de material de defensa y seguridad con empresas israelíes, es decir, también material de doble uso –que se utilice también en el ámbito civil–, pero el ministerio de Defensa enfrió la viabilidad de esta medida. Habrá que ver el alcance del texto que aprobará este martes el consejo de ministros.
Sánchez ha admitido en su declaración el poco impacto que tendrán sus movimientos para detener la ofensiva contra Gaza, pero lo que pretende es abrir camino a la Unión Europa, a quien el gobierno español acusa de tener un papel casi cómplice con Netanyahu. España ya promovió sin éxito hace meses que se acordara la suspensión del tratado de adhesión de la UE con Israel. Sea como fuere, el presidente español no quiere quedarse de brazos cruzados: denegará la entrada al espacio aéreo español a aeronaves que lleven material de defensa de Israel –según informa la SER, sin embargo, EEUU podrá seguir utilizando las bases de Rota y Morón– ya los barcos que transporten combustibles destinados a las fuerzas armadas españoles israelíes en puertos. También prohibirá la importación de productos provenientes de los "asentamientos ilegales" en Gaza y Cisjordania y limitará la asistencia consular. Por otra parte, en cuanto a la ayuda humanitaria, se reforzará con más efectivos la misión de la UE en Rafah, ampliará la contribución a la UNRWA –la agencia de la ONU para asistir a los refugiados– con 10 millones de euros adicionales y aumentará la partida de ayuda humanitaria para alcanzar los 156 millones de euros. las palabras de Sánchez han provocado una rápida reacción del ministro de Exteriores de Israel, Gideon Sa'ar, quien ha tildado al gobierno español de "corrupto" y ha calificado las medidas como un "ataque implacable antiisraelí y antisemita". El gobierno español ha reaccionado a las acusaciones "falsas y calumniosas", según el ministerio de Exteriores, y ha optado por llamar a consultas a la embajadora en Tel Aviv.
Feijóo: "Lo que está haciendo Israel es inadmisible"
La tensión diplomática ha vuelto a tomar descolocado al PP, que hace equilibrios sobre el conflicto. Mientras Isabel Díaz Ayuso ha abanderado las críticas a los manifestantes propalestinos que han boicoteado a la Vuelta ciclista, la presidenta extremeña, María Guardiola, sorprendía el domingo levantando la voz "por responsabilidad ante la barbarie y el horror que se vive en Gaza". Y Alberto Núñez Feijóo ha tenido que admitir en una entrevista en Telecinco que "lo que está haciendo Israel con la población civil de Gaza es inadmisible". "Bloquear la ayuda humanitaria [en la Franja] es imperdonable", ha dicho el líder del PP, quien ha criticado que Sánchez no haya pactado con el principal partido de la oposición las medidas anunciadas.
Bruselas critica la flotilla hacia Gaza y dice que puede "escalar" la guerra
La Comisión Europea ha criticado la flotilla que ha salido de Barcelona hacia Gaza y la portavoz comunitaria Eva Hrncirova ha dejado claro que Bruselas "no le apoya". "Puede escalar la situación y los propios participantes se ponen en riesgo", ha dicho en rueda de prensa la portavoz.
Hrncirova también ha defendido que la "mejor forma de entregar la ayuda humanitaria es a través de los socios" de la Unión Europea, si bien no está llegando y, de hecho, ésta es una de las principales quejas de Bruselas contra el gobierno de Netanyahu. En todo caso, la portavoz de la Comisión Europea ha querido remarcar que "está totalmente en contra de que estos barcos sufran ataques".