La simbiosis entre el PSOE y el PSC, más perfecta que nunca
Salvador Illa es visto en Ferraz como uno de sus principales portavoces
Madrid"Salvador Isla es y será el político más importante de la política española y catalana de la década". Esta florecilla pronunciada por José Luis Rodríguez Zapatero en la sede del PSC de la calle Pallars refleja la luna de miel que viven los socialistas catalanes y españoles. En el PSC aún se acuerda, con un rictus de amargura, el trauma que sufrieron cuando sus diputados se desmarcaron del PSOE en una votación en el Congreso sobre el derecho a decidir. Ocurrió en febrero del 2013 y los diputados socialistas catalanes, además de afrontar el pago de una multa, tuvieron que soportar cómo sus compañeros del PSOE les daban la cara. Aquello les rasgó por dentro. Y de algún modo todos se conjuraron para que no volviera a ocurrir una situación similar.
Una década después el panorama es completamente distinto. La simbiosis entre PSC y PSOE es tan perfecta que ya nadie en Madrid habla de los socialistas catalanes como un grupo diferenciado del PSOE. El PSC está dentro de las estructuras de poder del Estado, en el puente de mando, y desde allí considera que ha conseguido su objetivo: catalanizar al PSOE hasta el punto de que no hay prácticamente ninguna discrepancia entre dos formaciones que jurídicamente son partidos distintos. Es una situación inédita que nunca se había dado.
El ministro Isla
Salvador Illa participa en actos de campaña del PSOE por todo el Estado, donde comprueba el buen recuerdo que dejó entre las bases socialistas como ministro de Sanidad durante la pandemia, e incluso mantiene reuniones orgánicas con federaciones como un dirigente de Ferraz. Es un grado de implicación y compromiso como nunca había habido. Cuando en Ferraz planifican su agenda mediática, Isla cuenta como uno de sus principales portavoces. Como uno más del PSOE.
En el consejo de ministros hay dos miembros del PSC, Miquel Iceta y Raquel Sánchez. El secretario de estado de Comunicació, Francesc Vallès, también. Personas de la órbita del PSC como Mauricio Lucena y Marc Murtra dirigen empresas de capital público como Aena e Indra. En el grupo parlamentario socialista, la número 2 de Patxi López, Montse Mínguez, también es catalana, así como la jefa de prensa de todo el grupo, Eli Guardino. Y lo más importante, la sintonía y la confianza entre Pedro Sánchez y Salvador Illa, sobre todo en Cataluña, es total.
Formalmente, José Zaragoza ejerce todavía de coordinador de los diputados del PSC, pero salvo algunas reuniones el grupo no funciona como tal, sino que está perfectamente integrado en el PSOE. Ya no se oyen quejas como la de los guerristas de los años 90 y 2000 contra el protocolo de relación entre el PSC y el PSOE, que hace que el primero participe en los órganos del segundo, pero no al revés. Un veterano dirigente socialista comenta que la situación es idílica, en parte, porque el PSC no gobierna a la Generalitat. "Entonces la cosa sería distinta", afirma.
Lo curioso es que uno de los grandes ideólogos de esta estrategia es el propio Francesc Vallès, que la verbalizó en una entrevista en el ARA en un lejano 14 de febrero del 2011: "Fíjese que para mí lo que hace falta es más integración del PSC en el PSOE. El PSC debe ser un partido federador de España, empezando por el PSOE. Esto significa impulsar y liderar el discurso federal de España desde dentro del PSOE".
Y esto es lo que ha acabado pasando. Ahora bien, también podría hacerse la lectura inversa y decir que lo que en realidad ha acabado ocurriendo es la españolización del PSC. Pero esto depende ya del punto de vista de cada uno.