MadridLa lucha entre Irene Montero y Yolanda Díaz por liderar el espacio a la izquierda del PSOE se dirimirá en unas elecciones europeas que funcionarán como un plebiscito interno de ese espacio político. Hasta junio del próximo año, Podemos intentará demostrar que es mejor confrontar con el PSOE que aparecer como unos fieles colaboradores. Y Sumar intentará exactamente lo contrario: simular que el electorado de izquierdas penaliza el ruido. El dilema de Podemos a partir de ahora es que si bloquea iniciativas del gobierno, puede perder aún más apoyo, y si no lo hace, la gente se preguntará por qué entonces ha dado el paso. Sea como fuere, sólo hay algo claro: no hay reconciliación posible, al menos mientras continúe el actual núcleo dirigente de los lilas. Precisamente los mismos que dieron a Díaz el poder con el que ahora intenta aniquilarles.
