El TC estudiará si los juramentos de los presos políticos en el Congreso y en el Senado son válidos

Avisa de que podría cambiar su jurisprudencia para adaptarse a nuevas "realidades sociales" después de aceptar el recurso del PP y Vox

Barcelona"Desde el compromiso republicano, como preso político y por imperativo legal, sí, prometo", usó Oriol Junqueras desde su escaño del Congreso de Diputados el 21 de mayo del 2019, el día que se constituían las cortes españolas. Después de él, el resto de presos políticos eligió una fórmula similar. "Como preso político, con lealtad al mandato del 1-O y al pueblo de Catalunya, por imperativo legal, lo prometo", fue la escogida, por ejemplo, por Jordi Turull, mientras de fondo la bancada de la derecha golpeaba con los pies en el suelo para hacer inaudibles las palabras de los diputados independentistas. "Hasta la proclamación de la República Catalana, siempre comprometido con la libertad, la igualdad y la fraternidad, como preso político, por imperativo legal, prometo", fue la elección de Raül Romeva en el Senado. Vox y PP recurrieron al Tribunal Constitucional aquellos juramentos –Cs no lo hizo a pesar de que el entonces presidente, Albert Rivera, pidió a la presidenta del Congreso que actuara para evitar que "humillaran a los españoles"– y este miércoles el alto tribunal ha confirmado que admite a trámite la cuestión por unanimidad y revisará cuál es la fórmula adecuada para prometer o jurar el cargo de diputado.

"El Tribunal considera que los recursos presentados pueden ser la oportunidad para aclarar o cambiar la doctrina, como consecuencia del surgimiento de nuevas realidades sociales y porque el asunto suscitado trasciende del caso concreto porque podría tener unas consecuencias políticas generales", explican las providencias del Constitucional. Hasta ahora, la jurisprudencia del TC había permitido que los diputados se acogieran a la fórmula por imperativo legal para expresar la obligatoriedad forzosa de prometer el cumplimiento de la Constitución al adquirir su acta de diputado. Fue en 1989 y después de que la usaran los diputados de Herri Batasuna, Itziar Aizpurua, Jon Idígoras y Ángel Alcalde. En 2019 desde los escaños de EH Bildu y también desde alguno de Podemos se oyeron evoluciones de esta fórmula que ahora el TC también tiene previsto estudiar.

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Esa sesión no fue la única en la que se han oído expresiones similares, sino que son cada vez más comunes entre los diputados soberanistas. Vox y el PP plantearon ya entonces que se anularan a pesar de que los presidentes del Congreso, Meritxell Batet, y del Senado, Manuel Cruz, las dieron por buenas. La decisión que acabe tomando ahora el TC puede condicionar la futura toma de posesión de los escaños, tanto de forma oral, como se hace en el Congreso, como de la forma escrita por la que se opta en el Parlamento. Y eso que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea ya dictaminó también en 2019 que, al menos en el caso del Parlamento Europeo, el trámite del juramento de la Constitución es prescindible, como demuestra el hecho de que ni Carles Puigdemont, ni Toni Comín ni Clara Ponsatí lo han hecho para llegar a ser eurodiputados.