Vilagrà presidirá la parte catalana de la Comisión Generalitat-Estado

El ex delegado en Madrid Gorka Knörr será el representante del Govern ante la Unión Europea

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Laura Vilagrà en una imagen de archivo

BarcelonaCon la nueva etapa de relaciones abierta entre el gobierno de Catalunya y la Moncloa, habrá dos espacios clave en esta legislatura: la mesa de diálogo –a la que el independentismo quiere llevar la resolución del conflicto político– y la Comisión Bilateral Generalitat-Estado. Según fuentes gubernamentales, esta última comisión, que se tiene que renovar este martes a través de un acuerdo de gobierno, estará presidida por la consellera de Presidencia, Laura Vilagrà, además de incluir al vicepresidente, Jordi Puigneró; el conseller de Economía, Jaume Giró; la secretaria general de Presidencia, Núria Cuenca; el secretario general de vicepresidencia, Ricard Font, y la delegada en Madrid, Ester Capella. Este nombramiento coincide con una primera cita importante en cuanto a la relación con el Estado: la primera reunión entre el president, Pere Aragonès, y el presidente español, Pedro Sánchez, en Madrid.

La Comisión Generalitat-Estado es un órgano permanente de cooperación entre el gobierno español y la Generalitat, previsto al Estatut. Es en este marco que la ley prevé que se aborden las cuestiones de autogobierno o las cuestiones competenciales que puedan entrar en conflicto con el Estado. En la pasada legislatura, sin embargo, solo se reunió una vez: el 1 de agosto del 2018, cuando la presidía el republicano Ernest Margall como conseller de Exteriores. No se llegó a acuerdos concretos más allá de constituir todas las comisiones mixtas que prevé el Estatut: la Comisión Mixta de Transferencias, la de Asuntos Económicos y Fiscales y la de Infraestructuras, y también las cuatro subcomisiones de la Bilateral. La más activa de esta última etapa ha sido hasta ahora la de Seguimiento Normativo, Prevención y Solución de Conflicto, que es donde se ha intentado reducir la conflictividad de competencias en el Tribunal Constitucional.

Con la presidencia de Vilagrà de la Comisión Bilateral Generalitat-Estado, la consellera de Presidencia centrará todas las atribuciones de las relaciones institucionales del Govern. Hay que ver si, durante este mandato, la nueva etapa con la Moncloa se traduce en la reactivación de los acuerdos en las comisiones mixtas.

Nombramiento de Exteriores

El de la Comisión Generalitat-Estado no es el único nombramiento previsto de manera inminente. También se prevé que el Govern designe como delegado de la Generalitat ante la Unión Europea a Gorka Knörr, que en la anterior legislatura era el delegado en Madrid. Este también será un lugar clave para el Govern, puesto que tiene el reto de volver a engrasar las relaciones con las instituciones europeas, que se vieron tocadas después de octubre de 2017. Hasta ahora quien ejercía este cargo era Meritxell Serret, ex consellera exiliada y ahora diputada de Esquerra, pero lo dejó cuando decidió volver a Catalunya para presentarse ante el Tribunal Supremo.

Gorka Knörr en una imagen de abril en Bruselas

Knörr es nacido en Tarragona, pero en un primer momento hizo carrera política en el País Vasco. Estuvo vinculado al PNB y después a Eusko Alkartasuna, formación de la que ocupó la secretaría general de 1998 a 2004. De hecho, como representante de este partido formó parte de la mesa del Parlamento vasco como vicepresidente y fue inhabilitado por desobediencia junto con el presidente, Juan María Atutxa (PNB), y la secretaria primera, Kontxi Bilbao (IU), por negarse a disolver el grupo Sozialista Abertzaleak (SA), después de la ilegalización de Batasuna en 2003. Posteriormente el Tribunal Europeo de Derechos Humanos condenó a España por no garantizarles un juicio justo y el Tribunal Supremo tuvo que anularles la condena.

La vinculación de Knörr a la política catalana llegó en 2019 con la incorporación a la lista del ex president Carles Puigdemont en las elecciones europeas, donde ocupó el quinto lugar. Pocos meses después fue nombrado como delegado de la Generalitat en Madrid durante la presidencia de Quim Torra.

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