La activista Helena Maleno denuncia que ha sido expulsada de Marruecos por defender a los migrantes

BarcelonaAyudar a salvar vidas de personas a la deriva puede tener un precio muy alto. Helena Maleno, que hace 20 años que se dedica a denunciar las vulneraciones de derechos humanos de los migrantes en las fronteras entre Marruecos y España, ha revelado este lunes que la han expulsado "violentamente" de Marruecos. La activista ha explicado que el 23 de enero volvía a Tánger, donde vive con su familia, después de un viaje de trabajo, cuando las autoridades marroquíes la deportaron en un vuelo con destino a Barcelona, cosa que la obligó a estar durante semanas separada y temiendo "por la seguridad" de su hija, de 14 años. Varias entidades defensoras de derechos humanos han apoyado a Maleno, miembro del colectivo Caminando Fronteras, y han alertado de la "persecución" que sufre. Según la agencia EFE fuentes del ministerio del Interior niegan haber tenido "ninguna participación en este hecho". Para Maleno "desgraciadamente las cloacas del Estado y sus actuaciones en la persecución de defensores de los derechos humanos tienen más poder".

Los jueces han desestimado las acusaciones que tanto la policía española como la marroquí habían instado contra Maleno, que ha ayudado a salvar miles de vidas alertando a los servicios de salvamento españoles y marroquíes de la presencia de pateras en alta mar. Los tribunales han considerado que esta actividad no se puede asimilar al tráfico de personas. En 2017 la Fiscalía de la Audiencia Nacional española archivó el caso, pero la Unidad Central de Redes de Inmigración Ilegal y Falsedat Documental (UCRIF) de la policía española envió el expediente a la policía marroquí. En 2018 se ocupó el Tribunal de Apelación de Tánger, que también acabó archivando la causa, que Maleno califica de montaje "policial". En cambio Maleno ha destacado el apoyo de la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra.

Amenazas y agresiones

Pero el final del proceso judicial no ha acabado ni mucho menos con los quebraderos de cabeza de Maleno, que vio revocado su permiso de residencia y denuncia que ha sufrido una auténtica campaña de acoso. "Desde abril del 2020 he sufrido 37 ataques: amenazas de muerte, agresiones, seguimientos, vigilancia policial, escuchas telefónicas y dos asaltos a la casa de la familia. El ministerio del Interior, y en concreto la UCRIF (Unidad Central de Redes de Inmigración Ilegal y Falsedats documentales de la Policía Nacional), en colaboración con la policía marroquí, son los responsables de este acoso, que ha llegado a poner en peligro mi vida y la de mi hija", denuncia.

A través de un sistema de alertas, la activista avisa a los servicios de rescate de la ubicación y situación de las pateras en peligro, con las que se mantiene en contacto hasta que son rescatadas y denuncia los casos en los que la ayuda no llega a tiempo. Entre otros galardones, su trabajo ha sido reconocido con el premio de Derechos Humanos del Consejo General de la Abogacía Española. Maleno también es doctora honoris causa por la Universitat de les Illes Balears. "Nos quieren calladas, no pueden soportar que levantemos la voz. No quieren que hablemos del negocio que hay en la frontera, nos quieren ver muertas pero no callaremos", ha denunciado Maleno, que ha admitido que siente "más miedo que protección" por parte de las autoridades españolas. A su lado la actriz Alba Flores y el presidente de SOS racismo Moha Gerehou, junto con la coordinadora de Front Line Defenders, Maria San Martín, han expresado su solidaridad con la activista. En una carta abierta al presidente español, Pedro Sánchez, decenas de entidades reclaman "que se acabe la criminalización", que se depuren las responsabilidades de las instituciones pertinentes y que se reparen los daños que han sufrido la activista y su familia.