Salud censura la vacunación del alcalde de Riudoms con dosis sobrantes de una residencia: "No es ético"

Argimon admite que el protocolo no detalla si la residencia ha hecho bien pero dice que "no es el mejor ejemplo"

Ara
y Ara

BarcelonaEl alcalde de Riudoms (Tarragona), Sergi Pedret (JxCat), y un concejal del consistorio se vacunaron aprovechando las dosis sobrantes de Pfizer de una residencia de la localidad, L'Onada de Riudoms, según adelantó Tarragona Digital y confirmó el ARA. La residencia defiende su actuación durante la campaña de vacunación aduciendo que las directrices del departamento de Salud obligan a aprovechar al máximo todas las dosis. Las que no se utilizan se deben tirar y, por ello, aseguran que la dirección del centro pidió permiso a la responsable de vacunación del Camp de Tarragona para administrarlas a otras personas vinculadas al centro.

"No soy quien para juzgarlo, pero [el alcalde y el concejal] deberían haber declinado la oferta. No es ético vacunarse si eres responsable público y no tienes más de 70 años", ha afirmado este jueves el secretario de Salud Pública, José Maria Argimon. Salud afirma que "el hecho de aprovechar las dosis sobrantes de un vial es una directriz" de la conselleria, ya que el contexto de escasez de vacunas actual obliga a evitar tirar dosis y a vacunar con rapidez y fluidez. "Y me consta que se analizaron otras posibilidades antes -ha afirmado-, pero este no es el mejor ejemplo".

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Desde los servicios territoriales de Salud en Tarragona confirman que la dirección del centro llamó a la responsable de vacunación de la región sanitaria para consensuar a quién debían poner las vacunas y que se le indicó que se administrara a "personal vinculado" a la residencia, tales como personal de servicios externos que van al centro a diario. No les sugirieron "en ningún caso", afirman, que vacunaran al alcalde y a un concejal.

La residencia admite que intentaron vacunar a trabajadores del CAP, lo que Salud también confirma, pero que el personal sanitario lo declinó porque justo al día siguiente les tocaba recibir la dosis. Por ello pensó en el alcalde, así como en el cura del pueblo -que declinó la oferta-, ya que son habituales en el centro para reuniones de seguimiento de la evolución epidemiológica.

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En este sentido, Argimon ha admitido que el protocolo de vacunación no detalla si el comportamiento de la residencia fue el adecuado, ya que entiende que "no existe la misma flexibilidad para reorganizar una vacunación con dosis sobrantes dentro de un hospital que en una residencia".

El caso llega después de que tres enfermeras vacunaran a familiares suyos en lugar de a los usuarios de una residencia de las Terres de l'Ebre. El Institut Català de la Salut (ICS) las ha apartado cautelarmente del trabajo y les ha abierto un expediente sancionador por "haber invitado" a sus familiares a recibir las dosis fuera del programa de Salud.