Las 17 cámaras policiales del paseo de Gràcia ya funcionan y habrá ocho más en el Raval
En 2024 Barcelona tendrá 125 dispositivos de videovigilancia repartidos por toda la ciudad
BarcelonaEn total, en Barcelona existen 117 cámaras de videovigilancia policial. Graban una visión panorámica de todo lo que ocurre en la calle (no tienen reconocimiento facial ni hacen primeros planos de las caras) y el Ayuntamiento, según fuentes municipales, lo ve ahora mismo como herramienta indispensable en el ámbito de la seguridad. Consideran, en primer lugar, que hacen una gran labor preventiva: las cámaras se ven, unos carteles indican que están ahí y eso ya disuade a la posible comisión de hechos delictivos. En segundo lugar, permite reaccionar más rápido: cuando comienza, por ejemplo, una pelea, los agentes pueden situarla fácilmente y llegar en menos rato. Además, también es útil en investigaciones: cuando se comete un robo, por ejemplo, los policías pueden realizar zoom e identificar más fácilmente al autor o ver por dónde ha huido. Tanto es así que este año el consistorio ha colocado a 17 cámaras en el paseo de Gràcia que ya están en funcionamiento y está ultimando la instalación de otras ocho cámaras en el Raval.
Esto significa que Barcelona tendrá 125 cámaras en 2024. Las del paseo de Gràcia están ubicadas entre la Diagonal y la Gran Vía de las Corts Catalanas en varias farolas. Entre la Rambla y el Raval, en cambio, ya había hasta 31 instaladas, pero desde la Guardia Urbana consideran que hay un punto que todavía no está cubierto: va desde la parte final de la rambla del Raval hasta casi en la estatua de Colón. De hecho, precisamente en este tramo hay una comisaría de la Guardia Urbana y de los Mossos, pero, aun así, desde el consistorio consideran que está por proteger más esta zona.
Se cogen a los datos para justificarlo: justo en esta área en 2022 se cometieron un 55% más de delitos que en 2021 (un año en el que todavía hubo restricciones de movilidad por la pandemia). Sobre todo, se cometen delitos relacionados con la salud pública (drogas) y contra el patrimonio (robos y hurtos). Estas cámaras del Raval ya han sido autorizadas por la Comisión de Control de Dispositivos de Videovigilancia de Catalunya, órgano presidido por el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya que se reúne cada dos meses. Fuentes municipales apuntan que recibir el aval de esta comisión no es fácil porque es necesario justificar muy bien por qué las cámaras serán funcionales en las ubicaciones elegidas. El proceso es largo (se puede alargar un año) y ahora las del Raval están en la recta final: también han recibido la aprobación de la conselleria de Interior y ahora deben pujarse.
Para justificar las cámaras del Raval, el Ayuntamiento se escudó en los datos delincuenciales. En cuanto a las del paseo de Gràcia, sin embargo, el argumentario no fue exactamente lo mismo. En este punto pesa más la presencia de varios lugares estratégicos: dos grandes estaciones de metro y Cercanías, nueve consulados, puntos de especial interés turístico (como la Casa Batlló o la Pedrera), la Bolsa de Barcelona o dos parkings subterráneos muy grandes. En el paseo de Gràcia, pues, también se tiene en cuenta la estrategia antiterrorista para ubicar estos dispositivos. De hecho, la lucha contra el terrorismo era, hasta hace poco, el principal objetivo de la videovigilancia del espacio público.
Antiterrorismo
Aunque la primera cámara de todas (rodeada de una gran polémica) se situó en el 2001 en la plaza George Orwell, un gran grueso de aparatos se instalaron en el 2019 cuando Barcelona y Lyon entraron en el programa Secur'Cities, impulsado por la Comisión Europea. Esto se tradujo en la colocación de cámaras sobre todo en la zona de plaza Espanya, y la Guardia Urbana no sólo descubrió que eran muy útiles en el ámbito del antiterrorismo, sino también para luchar contra los delitos del día en día. Poco a poco, ha ido creciendo el número de aparatos: hay 71 en Ciutat Vella, dos en Sant Andreu, ocho en la zona de la Sagrada Família, cinco en la avenida Maria Cristina, ocho en el Palauet Albéniz y las 17 del paseo de Gràcia. Sin embargo, Barcelona sigue estando lejos de ciudades como Niza, donde hay 3.500 cámaras. al punto que cada año se revisa si los criterios siguen siendo vigentes. Normalmente, las cámaras borran el contenido grabado a los tres meses, salvo que se utilice para una investigación. Fuentes de la Guardia Urbana insisten en que esta estrategia no sólo es una demanda policial, sino también de agrupaciones de vecinos y comerciantes de los barrios afectados.&_BK_COD_