Aval judicial al inicio de las obras de la 'superilla' del Eixample
El Ayuntamiento prevé que los trabajos empiecen en la segunda quincena de este mes
BarcelonaLas obras de la nueva superilla del Eixample empezarán a expulsar coches del corazón de Barcelona en agosto. Un juzgado contencioso administrativo ha desestimado el recurso de la Cámara de la propiedad Urbana de Barcelona que pedía paralizar los trabajos hasta que la justicia decida si el proyecto se ajusta o no a la legalidad. De momento el juez todavía no ha entrado en el fondo de la cuestión, pero de entrada cree que hay que priorizar "el interés público" del proyecto por encima de los argumentos de los recurrentes.
De hecho, la resolución judicial –a la cual ha tenido acceso el ARA– no ve imprescindible parar las obras a la espera de la sentencia, como se pedía en el recurso. El juez considera que el proyecto no es "irreversible", a pesar del coste económico que supondría tener que dar marcha atrás en caso de que la sentencia final acabara tumbando la superilla.
La previsión del Ayuntamiento de Barcelona es que las obras para pacificar el tráfico en las calles Consell de Cent, Rocafort, Borrell y Girona empiecen la segunda quincena de este mes. Los trabajos durarán ocho meses y medio, pero desde el principio los vehículos estarán obligados a girar en cada cruce y, por lo tanto, las cuatro calles ya no se podrán recorrer enteras en coche de una punta a la otra. Cuando se acaben las obras en los 36 tramos afectados (que se harán simultáneamente) las calles tendrán una única plataforma y se multiplicará por diez la presencia de verde. El objetivo es que el tráfico rodado se reduzca a la mínima expresión y que la velocidad esté limitada a los 10 km/h. Y en los cruces de las nuevas calles pacificadas tienen que aparecer plazas, que los coches no podrán atravesar.
Finalidad pública
A pesar de que la resolución judicial no entra en valorar todavía si las obras de la superilla del Eixample se adjudicaron correctamente, el juez asegura que el proyecto tiene una "finalidad pública", porque pretende mejorar el "urbanismo de la zona". Y por eso considera que en este momento hace falta "priorizar" el interés público.
En su recurso, la Cámara acusa al Ayuntamiento de haber tramitado por la vía rápida la adjudicación de las obras, a pesar de su magnitud. Considera que por su "transcendencia e impacto", el proyecto no podía seguir los caminos administrativos ordinarios y que el consistorio tendría que haber modificado el planeamiento urbanístico para sacar adelante los trabajos, que implican "un cambio radical" en la movilidad en el Eixample. Según los recurrentes, el consistorio decidió convocar los concursos por los 10 paquetes que forman la obra a la vez para agilizar la tramitación y vulneró algún procedimiento, como por ejemplo el plazo para presentar alegaciones ciudadanas.
El Ayuntamiento, en cambio, defiende la legalidad de la tramitación. Asegura que "no era necesario" modificar el plan urbanístico y cuestiona la "legitimidad" de la Cámara para presentar el recurso. Ahora habrá que ver a quién le da finalmente el juez la razón.