Barcelona estrena un equipamiento pionero para atender el maltrato infantil en el hogar
El Espai Niu, en el Eixample, también trabaja con los padres y madres que han ejercido violencia sobre sus hijos
BarcelonaBarcelona ha estrenado este martes un equipamiento municipal pionero para atender a niños y adolescentes que han sufrido maltrato infantil en el hogar. Se trata del Espai Niu, ubicado en el número 2 de la plaza Tetuan, en el distrito del Eixample, y prevé atender anualmente a un centenar de niños, adolescentes y familias. La principal novedad que brinda el centro es que, más allá de ofrecer atención especializada al trauma de niños y adolescentes, también trabaja con los padres y madres que han ejercido violencia sobre sus hijos para recuperar y asegurar el buen trato en el seno de la familia.
"El objetivo del centro es romper la cadena de transmisión intergeneracional de violencia", ha subrayado el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, durante la inauguración. "La mayoría de los padres que maltratan han sido niños maltratados, pero no todos los niños maltratados serán padres que maltratan. Ésta es la esperanza que tenemos", ha dicho la directora del centro, Laia Martínez. "Es un proyecto piloto, y si resulta eficaz quisiera extenderse al resto de la ciudad", ha puntualizado.
El programa de tratamiento psicoterapéutico va dirigido a niños, adolescentes y familias cuando los progenitores presentan un grado de incompetencia parental circunstancial o transitoria o un grado de incompetencia parental severa, pero con permeabilidad a la intervención. En caso de que no sea posible realizar un proceso psicoterapéutico con los progenitores, el programa irá dirigido exclusivamente al niño o adolescente. Como norma general, el tratamiento intensivo durará 24 meses como máximo, con una posible prórroga de otros seis meses, y con una periodicidad de atención semanal.
Desde el Ayuntamiento señalan que el Espai Niu ofrece un nuevo marco de atención especializada en traumaterapia a niños, adolescentes y familias atendidas en los Servicios Especializados de Atención a la Infancia y en la Adolescencia (SEAIA). Estos equipos especializados reciben los casos en situación de desamparo o en riesgo de estar en ellos que detectan los servicios sociales básicos, las instancias judiciales o policiales o la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA). "Los SEAIA realizan una intervención muy intensiva. Estudian y valoran cada caso y diseñan un plan de trabajo, con el objetivo de determinar cuál debe ser el mejor futuro para la criatura", ha detallado Elena Boira, directora de Direcció de Serveis de Atención a la Infancia y SARA. "Siempre se quiere que el niño esté con su propia familia", ha añadido. Según datos del consistorio, los SEAIA de la Generalitat atendieron en el 2023 a 4.400 menores en Barcelona, cerca del 40% de los cuales están en situación de tutela de la DGAIA.
Un espacio innovador
El Espai Niu está especializado en la traumaterapia, es decir, en la terapia dirigida a personas que han vivido experiencias traumáticas. "Ponemos el foco en la problemática que tenemos", ha explicado Martínez. "A veces, hay jóvenes que han hecho terapias generales que no les han funcionado. Éste es un espacio diferente, adaptado a ellos, que reconoce sus dificultades y las trabaja de manera específica e intensiva", ha detallado. Para llevar a cabo este trabajo de forma eficaz, el espacio dispone de cuatro salas de terapia totalmente equipadas con material especializado. Por ejemplo, una caja de arena y varias figuritas de juguete, a través de las cuales el niño "representa su mundo interno". Asimismo, en el equipamiento trabajan un total de cinco profesionales psicoterapeutas, un profesional administrativo y la jefatura de servicio.
Como elemento innovador, el servicio tiene una sala Snoezelen, un espacio que permite trabajar de forma multisensorial los efectos del trauma tanto con los niños como con las personas adultas atendidas. "Nos es muy útil porque nos permite, a través de los sentidos, reorganizar algunas áreas del cerebro que se ven afectadas por el maltrato", apuntó Martínez. Por ejemplo, los niños que han sufrido abuso sexual suelen ver afectada la sensibilidad a la piel; mediante el tacto y unas tiras de colores que hay en la sala, pueden poner el foco y trabajarlo. Precisamente, Collboni remarcó que el equipamiento combina "la vocación de servicio y protección de los más débiles con la innovación". La experiencia de la violencia en los niños tiene un fuerte impacto en su desarrollo neurobiológico y psicológico, "pero con un tratamiento especializado se puede reparar este daño", ha concluido Boira.
