Barcelona reivindica "la mirada de los niños" para iluminar la Mercè

BarcelonaBarcelona ha iluminado este viernes el inicio de la Mercè con un pregón que ha reivindicado la importancia de recuperar la "mirada del niño". La ilustradora Carme Solé Vendrell –creadora de la campaña ¿Why?– ha sido la encargada de dar el pistoletazo de salida de la fiesta mayor con un discurso en el que ha denunciado los peligros que hoy en día sufren niños de todo el mundo y que ha llamado a combatir. Dando la vuelta a la frase que dice que la única lengua universal que hay en el mundo es el llanto de los niños, Solé Vendrell ha llamado a "convertir este llanto en sonrisas".

"Si la humanidad actuara con mirada de niño, seguro que el mundo sería mucho mejor", ha subrayado la pregonera, que ha denunciado que todavía hoy "las cosas más inhumanas las sufren los niños". "Hay monstruos que viven en los cuentos, pero hay otros como el hambre, la guerra, el maltrato o la esclavitud que viven en la realidad diaria de niños de todo el mundo", ha alertado Solé Vendrell . Entre los peligros que deben afrontar, la ilustradora ha situado también en un lugar destacado las pantallas.

La pregonera ha apoyado a las campañas por una adolescencia libre de móviles, y ha alertado de que a los niños "abducidos por las pantallas se les priva de la libertad de escoger, de compartir, de jugar y de imaginar" . "Nada estimula su imaginación", lamentó, y consideró que todo ello supone "una gran falta de respeto y un maltrato emocional" porque se priva a los menores de saber cuáles son sus sentimientos. Para hacerle frente, ha pedido menos pantallas y más cultura. Defendió el derecho de los niños y jóvenes a disfrutar "de una buena escuela" y de acceder a "buenos libros" y al teatro, elementos clave en su formación vital y como artista.

Solé Vendrell, que a lo largo de su vida ha ilustrado libros de muchos autores, desde Gabriel García Márquez hasta Salvador Espriu, ha recordado también su infancia en el barrio de Horta, marcada por la tuberculosis de su madre, que murió cuando ella sólo tenía nueve años.

Después de una trayectoria dedicada a poner rostro a los niños, Solé Vendrell les ha querido también dar voz este viernes. Ha llevado hasta el Saló de Cent del ayuntamiento las palabras de jóvenes y niños de Düsseldorf, París, Ripoll, el barrio de San Ildefonso de Cornellà de Llobregat y el Alt Urgell que han pasado en algún momento por su vida. Algunos dejando huella, como una niña de tres años de Ullastrell que va resumir todo: "Carmen pinta la guerra para hacer la paz".

Durante su intervención, el alcalde, Jaume Collboni, ha enaltecido el compromiso de Carme Solé Vendrell con los niños del mundo que sufren "la barbarie de las guerras". El alcalde, que recordó que un tercio de los niños están en riesgo de pobreza o exclusión social, lamentó que demasiado a menudo "no se tiene en cuenta su mirada". Sin embargo, aseguró que su gobierno trabajará para que el futuro de los niños "sea mejor que el presente" de los adultos. "Debemos educarles en la esperanza de que un futuro mejor es posible", concluyó.

Una marcha juvenil para pedir la paz en el mundo

Solé Vendrell, que durante un tiempo convirtió a Barcelona en una galería de arte al aire libre con sus retratos de niños refugiados y la pregunta Why?, ha recogido el guante del alcalde. Rememorando una manifestación que se hizo en Roma por el primer aniversario de la guerra de Ucrania, ha propuesto que la capital catalana organice su propia marcha silenciosa con niños y jóvenes de hasta 18 años que, encabezada por uno de sus rostros de niños refugiados, pida la paz en el mundo.

Fiel a su carrera, Solé Vendrell ha querido sumar una potente imagen a sus palabras. En medio del pregón, ha regalado a la ciudad uno de sus retratos, que ha pintado en directo. Sobre un gran lienzo blanco donde ha escrito "Mercè 24" -los nervios le han jugado una mala pasada y primero se ha dejado la c–, ha dibujado uno de sus retratos. Debajo, tres jóvenes –Aniol, Jana y Dídac– han pintado la pregunta Why? con azul, amarillo y rojo. Tres colores con los que se pueden hacer todos los demás y que la ilustradora ha destacado como el símbolo que permite ver "la inmensa variedad que existe entre los seres humanos".