La crisis del correfoc deja a Gràcia sin actos de cultura popular
El desacuerdo entre colles y el distrito marca el inicio de la fiesta mayor del distrito
BarcelonaLa tormenta ha esperado al final del pregón de la Fiesta Mayor de Gràcia, pero en la plaza de la Vila hacía rato que llovían reproches. La negativa del distrito de dar los permisos para el correfoc ante el enfrentamiento entre la Colla Vella de Diablos de Gràcia y la Coordinadora de Colles de Cultura de Gràcia ha encendido la protesta en una plaza llena de pancartas contra la decisión. La negociación in extremis que se ha hecho este miércoles en la misma sede del distrito antes de que empezara el pregón no ha conseguido desatascar la polémica y, si nada cambia, la Fiesta Mayor de Gràcia de este año no tendrá correfoc, pero tampoco algunos de sus actos de cultura popular más destacados.
Este miércoles, de hecho, ya no se celebró el tradicional paso de tabals y grallas de fiesta previo al pregón. Tampoco se han hecho este jueves las madrugadas, el séquito y la mañana de Fiesta Mayor, y ahora mismo nada hace pensar que se puedan hacer tampoco la tabalada infernal y el picoteo de versots el domingo ni, por supuesto, los correfocs infantil y adulto del próximo miércoles. Fuentes municipales apuntan que la fuerte tensión existente entre colles no hace aconsejable autorizar ninguno de estos actos. Ahora está por ver si, como protesta, los grupos suspenden también otros actos de cultura popular como el desfile de gigantes.
La ausencia de actos de cultura popular es un revés importante para una fiesta que lleva años luchando para que la masificación no la despersonalice y la ahogue. La de este año, de hecho, quería ser una edición que empezara a recuperar la fiesta para los vecinos. Eran una muestra los pregoneros escogidos: los gigantes Torradet y Gresca. Un sol y una luna que nacieron hace 25 años para representar los actos diurnos y nocturnos de la fiesta y que, después de un cuarto de siglo celebrando a pie de calle, esta vez han podido subir al balcón del distrito para dar el salida de la Fiesta Mayor.
El discurso de ambos gigantes –con lamentos también por la decisión del distrito de no autorizar el correfoc–, ha sido el único momento de tregua en una plaza de la Vila que ha abucheado los breves parlamentos de la concejala de Gràcia, Laia Bonet, y la presidenta del distrito, Victoria Alsina. Con pancartas con lemas como "Sin cultura, no hay fiesta" o "Sin cultura popular, Gràcia es un decorado", representantes de los grupos del barrio han mostrado su disconformidad con cómo se ha gestionado la crisis por parte del distrito . No lo ha visto el alcalde, Jaume Collboni, ausente por segundo año en el arranque de una de las fiestas más populares de la ciudad.
La crisis entre los grupos nació durante la Fiesta Mayor del año pasado, cuando en el pasacalle del día 15 de agosto la Vella se saltó la decisión de la Coordinadora y utilizó pirotecnia durante el recorrido. Aquello le comportó una sanción que acabó con la Colla Vella decidiendo abandonar la Coordinadora a pesar de ser una de sus fundadoras. Ahora el enfrentamiento ha impedido un acuerdo sobre el formato del correfoc que ha llevado al distrito a no autorizarlo.
Con polémica, pues, arrancan unas de las Fiestas de Gràcia más inciertas de los últimos años, ya que a la incógnita de la que pasará finalmente con los actos de cultura popular se suma el factor meteorológico. La lluvia ha respetado el pregón, pero está siendo un quebradero de cabeza para los festeros que ya decoran a contrarreloj las 23 calles que deben estar adornadas antes de este jueves a las 9 de la mañana. La amenaza de una tormenta que arruine el trabajo de todo un año se cernía este miércoles sobre los vecinos, que se las ingeniaban para proteger de la lluvia los adornos.
Una noche tranquila
En este intento de recuperar la celebración para los vecinos y huir de la masificación, una de las novedades de este año en la Fiesta Mayor de Gràcia es la celebración de una "noche tranquila". Será este domingo, cuando no habrá conciertos ni actos con amplificadores de volumen, pero sí otro tipo de actividades que contribuyan a que el barrio vuelva a sentirse suya la fiesta. También para evitar la masificación que otros años se producía en los últimos días de la Fiesta Mayor en las calles galardonadas, este año los premios no se harán públicos hasta el último día.