Barcelona

Muere Pedro, el último rinoceronte del Zoo de Barcelona

El ejemplar, considerado el más viejo de Europa, alcanzó las instalaciones hace 20 años procedente de Rioleón Safari

E. F.
y E. F.

BarcelonaTenía más de 50 años y ha pasado cerca de media vida en las instalaciones del Zoo de Barcelona, a donde llegó por accidente cuando se cerró y liquidó el parque Rioleon Safari de Albinyana, en el Penedès. Pedro, el rinoceronte blanco, falleció este lunes y deja el zoo huérfano de uno de sus animales emblemáticos que era, además, único de su especie en el parque. La muerte del ejemplar también supone la pérdida del que se considera el rinoceronte blanco más longevo de Europa y uno de los cuatro más viejos en todo el mundo.

Se puede decir que Pedro ha muerto de anciano. Un rinoceronte blanco tiene una esperanza de vida entre 40 y 50 años y, según los cálculos del Zoo, él se acercaba a los 54 años. En los últimos tiempos su salud había ido decayendo y llevaba años recibiendo cuidados geriátricos por parte de los cuidadores, un ámbito donde el Zoo de Barcelona tiene bastante experiencia porque viven otros ejemplares de grandes animales de edad avanzada, como la famosa elefanta Susi y las elefantes Yoyo y Bully.

Cargando
No hay anuncios

Pedro llegó a España procedente de Sudáfrica en 1972 para vivir en el zoológico de Albinyana hasta que la quiebra y un embargo obligó a trasladarlo. Las administraciones negociaron para que fuera un nuevo inquilino del Zoo de Barcelona, al que llegó en diciembre del 2003. "Ha muerto un animal muy querido y que representa uno de los propósitos del Zoo de Barcelona: ser refugio y garante del bienestar de animales que requieren una protección especial", ha declarado el director de las instalaciones, Antoni Alarcon. Esta protección puede ser, detalló, porque están amenazados en su hábitat natural o porque tienen necesidades especiales fruto de su historia.

La especie a la que pertenecía Pedro, el rinoceronte blanco meridional, está clasificada como "casi amenazada", según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) después de que en los últimos años los programas de protección y reintroducción hayan mejorado su perspectiva ante la grave amenaza de la caza furtiva que les persigue para matarlos y arrancarlos el cuerno. Hoy, aparte de en Sudáfrica también se puede encontrar en otros países como Botsuana, Namibia, Kenia o Zimbabue.