Retirar el 30% del mobiliario de la supermanzana: el plan del Ayuntamiento por los conflictos en Sant Antoni
Valls presenta un plan de choque para mejorar la convivencia en el barrio tras las quejas de los vecinos
BarcelonaLa venta ambulante ilegal de objetos extraídos de los contenedores, el consumo y tráfico de drogas en la vía pública, la ocupación del mobiliario urbano para dormir y el aumento de la suciedad han sido, en los últimos meses, las principales quejas de los vecinos del barrio de Sant Antoni. En respuesta a esta situación, Jordi Valls, concejal del Eixample, presentó esta mañana un plan de actuación con el objetivo de "mejorar la convivencia". La propuesta se basa en tres ejes: actuaciones sobre el espacio público, refuerzo de la seguridad y medidas sociales.
El plan prevé la retirada y reubicación de entre un 20% y un 30% del mobiliario urbano actual, especialmente en las zonas de las calles de la supermanzana y la ronda de Sant Antoni. Según Valls, este mobiliario –como bancos, jardineras o pilones– tiene "la dualidad de ser utilizado durante el día por los vecinos y durante la noche para consumos adictivos", y en algunos puntos se ha convertido en un foco de degradación, empleo indebido o acumulación de desechos.
La actuación empezará este mismo lunes, aprovechando las obras de la red de agua freática provenientes de Sants-Montjuïc que se realizan en la zona. La duración prevista de los trabajos será de dos meses, estructurados en diversas fases, e implicará la retirada temporal de todo el mobiliario situado junto Llobregat de la calle Comte Borrell, entre las calles de Manso y de L'Aldea. Aprovechando la retirada de los elementos de mobiliario urbano, se coordinará también una limpieza "intensiva", con un refuerzo previsto en el barrio que incluirá repasos de limpieza en torno a la ubicación de los contenedores entre 4 y 5 veces al día.
Por lo que respecta a la seguridad, se reforzará la presencia policial con patrullas más constantes y agentes de proximidad, que establecerán una comunicación más fluida con las entidades vecinales. Esta medida busca prevenir delitos menores y mejorar la percepción de seguridad entre sus vecinos. El consistorio remarcó la importancia de una vigilancia que no sea sólo reactiva, sino preventiva y dialogada. Durante la rueda de prensa, la inspectora de la Guardia Urbana en el barrio, Begonya Garcia, ha destacado que se utilizarán "todos los recursos necesarios en materia de seguridad".
Venta ambulante
En el ámbito social, se mantendrá y ampliará el servicio de atención a personas consumidoras de drogas y sin hogar, con el objetivo de conectarlas con recursos asistenciales e itinerarios de inserción. El plan apuesta por una intervención social más intensiva y coordinada, que combine el abordaje sanitario y social con una perspectiva comunitaria. También se hará el seguimiento de las personas que pernoctan en los espacios públicos del barrio de Sant Antoni.
Por otra parte, para mejorar la convivencia en el espacio público, se trabajará para abordar las diferentes dinámicas que generan o pueden generar conflictos, como la actividad detectada de venta ambulante –con especial atención a la ronda de Sant Antoni–, el mercado de vendedores nocturnos frente a las escuelas Pies y las quejas de por los disparos.
Durante la presentación del plan, Valls ha destacado que Sant Antoni es "un barrio vivo, dinámico, con una gran vida cultural y comercial, pero que también presenta retos importantes". El plan, según el concejal, quiere preservar esa vitalidad garantizando unas condiciones adecuadas de convivencia y uso compartido del espacio público.