Cámaras con IA en el cabo de Creus para controlar si se hacen fiestas en los barcos

GeronaSe acabaron las fiestas en barcos en el cabo de Creus y las rutas en motos acuáticas: la inteligencia artificial vigilará que no se produzcan. Este verano, el parque natural ubicado en el Alt Empordà dispone, por primera vez en su historia, de un Plan rector de uso y gestión (PRUG) en el ámbito marítimo. Después de años de demoras, la Generalitat de Catalunya finalmente aprobó en mayo el decálogo de normas de navegación propias que deben regular qué actividades están permitidas (y en qué condiciones) en las cerca de 3.000 hectáreas de superficie marina de este entorno natural protegido.

El documento, resultado de un proceso participativo de más de 150 reuniones entre el equipo de biólogos del parque, ecologistas y sectores socioeconómicos de la zona, prohíbe, por ejemplo, la circulación de motos de agua de uso recreativo y también veta la celebración de fiestas en los barcos que fondean en las calas del cabo de Creus. Las medidas responden a la necesidad de conservar el fondo marino del parque, donde habitan praderas de fanerógamas, enclaves coralinos de gorgonia y cientos de especies de alto valor natural. Todo ello después del crecimiento turístico de poblaciones como Cadaqués o Port de la Selva, sumada a la difusión de las calas y caminos del entorno en las redes sociales, que han incrementado mucho en los últimos años la presión de visitantes y de embarcaciones en la zona.

Sin embargo, para hacer cumplir estas normas se necesitan controles y sanciones a los infractores. Por ello, el Gobierno, además de aumentar la vigilancia con embarcaciones sobre el mar, esta semana ha puesto en marcha un proyecto piloto de cámaras de videovigilancia con inteligencia artificial. Se trata de dos puntos de control equipados con cámaras de alta resolución, visión nocturna y sistemas de IA que permiten identificar embarcaciones, leer matrículas y detectar comportamientos inadecuados en áreas protegidas. Estas imágenes se controlan desde la sala central de los Agentes Rurales, que al recibir la notificación de la infracción pueden movilizarse y actuar según la gravedad de la situación.

Vigilancia 24 horas y en rincones inaccesibles

Con esta medida, la dirección del parque apuesta por una vigilancia más eficiente, con tecnología que permita actuaciones inmediatas y una cobertura continua, las 24 horas, e incluso en zonas de difícil acceso, en las que es muy complicado patrullar. Sin embargo, el objetivo en ningún caso es sustituir el trabajo de los Agentes Rurales y el resto de cuerpos de seguridad, que ya patrullan el territorio por tierra, mar y aire, sino complementar su labor con una estrategia de vigilancia tecnológica.

"Es una medida complementaria importante para garantizar un mayor control durante todas las horas del día, tarea que sería complicada de llevar a cabo por parte de los diferentes cuerpos que operan en el parque, dada la dimensión y la dificultad de cubrir todos sus rincones y todos los horarios", explica Ponç Feliu, director del parque natural. Y añade: "Medidas como ésta ayudarán a hacer cumplir el PRUG y, por tanto, a garantizar la preservación del entorno, el medio natural y el paisaje". Por último, sobre la fuerza coercitiva de la medida, Feliu matiza: "Este primer verano lo que se quiere es fundamentalmente informar, explicar y sensibilizar, no hay un ánimo punitivo sino informativo para dar a conocer el PRUG y para que usuarios y visitantes del parque lo conozcan y lo interioricen".

La previsión es que el despliegue de cámaras con inteligencia artificial se amplíe a siete puntos de vigilancia entre finales de 2025 ya lo largo de 2026, con una selección de las ubicaciones que se hará teniendo en cuenta criterios ambientales y de accesibilidad, y toda la información recogida se gestionará siguiendo la normativa de protección de datos.