Cataluña instalará tres nuevos radares en el Pirineo para controlar los campings en zonas inundables
El Gobierno aprueba un nuevo decreto para analizar, caso por caso, cada instalación y mejorar su seguridad
BarcelonaLa Generalitat ha decidido instalar tres nuevos radares meteorológicos en el Alt Pirineu para prever, con tiempo suficiente, posibles inundaciones en los campings de esta zona. Ésta es una de las principales medidas que prevé el nuevo decreto ley que el Gobierno tiene previsto aprobar este martes y que tiene como objetivo evaluar el riesgo de inundabilidad de cada camping y las medidas que estos deben tomar para garantizar la protección en caso de mal tiempo o inundaciones repentinas.
La consejera de Interior, Núria Parlon, y el presidente de la Federación de Campings de Catalunya, Miguel Gotanegra, han presentado el acuerdo este lunes y han remarcado que se trata de un documento "de consenso". Así, una vez el decreto supere el trámite por el Parlament, Interior destinará 6 millones de euros a estos radares, que empezarán a instalarse a partir del próximo año. Después de analizar 40 posibles ubicaciones, los aparatos se situarán en La Peülla, cerca de la Bonaigua; en el pico del Orri, en el Pallars Sobirà; y en la Tossa de Alp, en la Cerdanya. Estos radares –que se suman a los cuatro que ya existen en Tivissa (Ribera d'Ebre), Vallirana (Baix Llobregat), la Panadella (Anoia) y Puig d'Arques (Baix Empordà)– no sólo servirán para los campings, sino para todos los sectores de las comarcas de montaña. Se trata de aparatos de alta tecnología que permitirán mejorar en un 90% la precisión en lo que se refiere a lluvia y nieve.
Datos desactualizados
La Generalitat también iniciará un registro exhaustivo, camping por camping, de los peligros que existen en cada instalación y de las medidas que deben tomar estos complejos turísticos para adaptarse y garantizar la seguridad de los campistas. También existen previstas ayudas económicas para el sector para implementar las mejoras. La evaluación empezará por los 16 campings que se sitúan en zonas que ya están detectadas como inundables, pero Parlon se ha esforzado en remarcar que "no hay listas negras". "Este no es un decreto para cerrar campings, sino para garantizar la mejor gestión del riesgo", matizó.
Una vez hecha la revisión, los técnicos determinarán si el camping examinado necesita cambios, como por ejemplo cambiar algunas zonas de acampada o trasladar bungalows a zonas más seguras, invertir en sistemas de alerta temprana o si es necesario un protocolo de evacuación. "No todos los campings están en la misma situación, hay que ir caso por caso", ha explicado la consellera.
El nuevo decreto sustituye al que hubo que retirar hace unos meses, en marzo, que admitía incluso la posibilidad de cerrar algunos campings. En este sentido, Gotanegra lamentó que a raíz de la DANA en la Comunidad Valenciana, hace diez meses, se pusiera algunos campings "injustamente en el punto de mira" y aseguró que el sector "hace años" que quiere mejorar en seguridad. "Partimos de cero y con tecnología nueva porque la información que tenemos ahora [de las instalaciones de los campings] está completamente caducada". Hace unos meses se calculó que, de los cerca de 400 campings catalanes, una quincena, sobre todo del Pirineo, estaban en situación de elevado riesgo de inundación, y un centenar más en riesgo medio.